Denuncias por Tortura contra agentes del Cuerpo Nacional de Policía PN.-1/96 En la noche del 19 de enero de 1996, ENEKO OLZA, fue golpeado por agentes de Policía Nacional cuando se encontraba en el casco antiguo de Pamplona. Poco después fue detenido y acusado de haber agredido a los agentes. Según la denuncia formulada, Eneko se encontraba en la calle Jarauta de capital navarra, cuando vio llegar a varios policías que venían hacia él corriendo desde el Ayuntamiento de la ciudad. Ante la carga policial, Eneko salió corriendo siendo perseguido por los policías que, posteriormente, le detuvieron bajo la acusación de haber participado en los disturbios que había tenido lugar poco antes protagonizados por jóvenes que se habían enfrentado a las fuerzas policiales. Olza recibió golpes y amenazas cuando fue detenido y, al llegar a la comisaría, un agente de paisano comenzó a interrogarle, al tiempo que le propinaba un puñetazo en el estómago. Tras esta agresión, Eneko Olza fue obligado a permanecer de pie, de cara a la pared y con los brazos en cruz durante hora y media, tras la cual los interrogatorios volvieron a comenzar. PN-2/96 El 22 de enero de 1996, agentes de la Policía Nacional cargaron contra las personas que se habían concentrado en la Plaza de La Cruz de San Sebastián (Guipúzcoa) en apoyo a la campaña que bajo el lema "Euskal Herria Askatu" venía celebrándose en Euskadi por aquellas fechas. Como consecuencia de la actuación policial, VICENTE BENZUNARTEA, de 52 años de edad, fue golpeado y posteriormente detenido. También resultó golpeado el fotógrafo JOXE LACALLE cuando se encontraba cubriendo la información para el periódico Egin, los agentes le rompieron la cámara fotográfica después de arrebatarle el carrete. La misma suerte corrió el corresponsal de la agencia de noticias EFE, al que también le arrebataron los carretes con las imágenes obtenidas. PN-3/96 Al día siguiente, 23 de enero de 1996, se produjo una nueva actuación de agentes antidisturbios de la Policía Nacional en Pamplona, contra la concentración que se estaba celebrando bajo el mismo lema. En esta ocasión, resultaron heridos por la carga policía IGNACIO AZKONA, con politraumatismo; PELLO SÁNCHEZ, contusiones múltiples y heridas en muslo exterior derecho, glúteo izquierdo y zona lumbar; JOSÉ MARÍA URBIOLA, traumatismo en todo el cuerpo, y PELLO ABADÍA , con golpes en muslo derecho, frente y cuello. Todos ellos tuvieron que ser atendidos en el servicio de urgencias del Hospital Virgen del Camino tras lo cual formularon denuncia cuya investigación correspondió al Juzgado de Instrucción nº 2 de la capital navarra. El propio delegado del Gobierno en Navarra, César Milano, tuvo que reconocer los excesos policiales que calificó como "efectos secundarios", en unas declaraciones a una emisora de radio de Pamplona, Milano manifestó que la carga policial "iba dirigida a la gente de Gestoras". Reconozco que, efectivamente, ha sido un error, porque no era ni siquiera la intención de la Policía el que hubiera terceras personas afectadas". PN-4/96 La Audiencia Provincial de Granada confirmaba en abril de 1997, la condena de tres días de arresto impuesta, en primera instancia, a un agente del Cuerpo Nacional de Policía de la ciudad andaluza por las lesiones causadas un joven en febrero de 1996, al hacer uso del "poder coactivo que el Estado le concede de manera excesiva". Según la sentencia dictada, la agresión tuvo lugar en las inmediaciones del Palacio de Exposiciones y Congresos de la ciudad de Granada. El joven acababa de comprar dos billetes para viajar en autobús cuando fue increpado por el responsable de la empresa de transportes, que pensaba que el joven se dedicaba a la reventa. Dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía que pasaban por allí salieron tras él. El joven se detuvo voluntariamente lo que no impidió que el agente ahora condenado le propinase varios golpes con su porra en la espalda, tras lo cual fue detenido por resistencia a la autoridad y puesto a disposición judicial, que decretó su libertad. PN-5/96 Tres agentes del Cuerpo Nacional de Policía y uno de la Policía Local de Elche (Alicante) fueron absueltos por el Juzgado de Instrucción nº 7 de Elche de la acusación de malos tratos y abuso de autoridad que contra ellos habían dirigido seis jóvenes pertenecientes a una agrupación ecologista que, el 11 de febrero de 1996, protestaban contra las corridas de toros. Por su parte, los agentes denunciaron a dos de los jóvenes agredidos por atentado y resistencia a la autoridad. Esta segunda causa está pendiente de resolución. PN-6/96 Entre el 22 y el 24 de febrero de 1996, agentes de la Policía detuvieron en Pamplona a varios personas a los que acusaron de formar parte de los "Grupos Y de apoyo a ETA", entre los detenidos varios denunciaron haber sido golpeados tanto durante su detención como en su estancia en comisaría, estos son: CARLOS ÍÑIGO, JOSEBA MIREN SAINZ DE LA HIGUERA, CARLOS ARTIEDA, ORLANDO ARTIEDA, JESÚS MARÍA OLLO, FERMÍN ABURREA, RAÚL ARTIEDA, IKER IZKO y LOHITZUN GARRANDA. Según las denuncias formuladas, tras ser detenidos en la calle, todos debieron introducirse de rodillas en los furgones policiales en que fueron trasladados a la comisaría, donde fueron golpeados en la cabeza con un casco policial y con los puños por varios agentes encapuchados y obligados a permanecer en posiciones forzadas durante horas" Los interrogatorios fueron efectuados por agentes encapuchados y sin la presencia de abogados. PN-7/96 En la mañana del 28 de febrero de 1996, MOHAMED MOHAMED HADDU, de 43 años, acudió a la comisaría de la Policía Nacional de Melilla para formular una denuncia contra el conductor de un autobús urbano de la ciudad, con quien había mantenido una discusión después de que este hubiera efectuado una brusca maniobra, consecuencia de la cual fue un ligero corte en el labio de Mohamed Haddu. Como quiera que en la comisaría no se le hacía caso, Haddu salió a la calle y, para llamar la atención y exigir que se le atendiera, se tumbó en medio de la calle. Al observar lo que ocurría, cuatro policías destinados en la misma procedieron a detenerle e introducirle por la fuerza en la comisaría, tras lo cual avisaron al conductor del autobús para que acudiese a comisaría a formular una contra-denuncia contra Mohamed Haddu. Cuando el conductor llegó a comisaría, una hora después, le informaron que no podía presentar denuncia alguna pues el detenido había muerto. Durante el tiempo que transcurre entre la detención y la muerte de Mohamed Haddu, este recibió una paliza por parte de varios agentes policiales que fue presenciada por otras personas detenidas en la Comisaría en aquellos instantes. El informe de autopsia oficial, achacaba la muerte al golpe que el detenido se había dado en el autobús, sin embargo cuando el cadáver iba a ser enterrado en el cementerio musulmán de Melilla, el encargado de éste comunicó a la familia del fallecido las numerosas marcas de golpes que presentaba el cadáver. Solicitada por la familia una segunda autopsia, esta puso en cuestión la versión oficial. Los hechos están siendo investigados por el Juzgado de Instrucción nº 3 de Melilla, ante el cual han declarado como imputados varios agentes. La ACT se ha personado como acusación popular. PN-8/96 El 6 de marzo de 196, en Madrid, ENRIQUE DE LA HOZ SANZ fue detenido tras recriminar a dos agentes de Policía que estuviesen tomando bebidas alcohólicas cuando se encontraban de servicio y uniformados. Los agentes, ARTURO SAN JUAN BRASERO y JAVIER ARROYO PÉREZ, números profesionales 72.053 y 70.070, procedieron entonces a detener a Enrique de la Hoz, introducido a golpes en el vehículo policial. Camino de la comisaría de Usera, a la que se dirigían, detuvieron el vehículo en un descampado, donde golpearon de nuevo al detenido, que recibió una patada en el pecho, puñetazos en la cabeza y otros golpes, al tiempo que le decían que "al juez se lo pasaban por los cojones y que ya sabían ellos lo que tenían que hacer para que no les pasara nada". Nada más llegar a Comisaría, y a la vista de su estado, fue trasladado a la Casa de Socorro del distrito, cuyo encargado esa noche, sin reconocer al detenido, emitió un informe en el que se hacía constar que no sufría lesión. De nuevo en Comisaría, y cuando era conducido a los calabozos, los mismos agentes le agredieron por tercera vez: tras esposarle una mano a una barandilla, fue golpeado por todo el cuerpo. Al día siguiente fue puesto a disposición judicial, donde denunció la agresión sufrida siendo reconocido por el médico forense. Puesto en libertad, acudió a un hospital donde tuvieron que inmovilizarle el brazo derecho y curarle de las heridas que presentaba por todo el cuerpo, de las que tardó en curar treinta días. Año y medio después, la Sección XV de la Audiencia Provincial de Madrid, confirmaba la sentencia dictada en primera instancia por el juzgado de Instrucción nº 13 de esta ciudad y que imponía a cada agente una pena de un mes multa de arresto como autores de una falta de lesiones. Durante todo el proceso, los agentes fueron defendidos por el abogado del Estado que, incluso, llegó a apelar la sentencia dictada en primera instancia en nombre del agente Javier Arroyo. PN-9/96 El 13 de marzo de 1996, ARLINDO SABASTIAO TIAGO BENTINHO, de origen angoleño, fue golpeado por dos agentes de policía cuando que le requirieron para que les mostrase su documentación. Ese día, mientras Arlindo Sebastiao se encontraba trabajando en la calle Bravo Murillo de Madrid, los agentes ÁNGEL MARÍA ESTÉBANEZ y JUAN MORA SÁNCHEZ, le exigieron la documentación. Al entregarles una fotocopia de la misma, los agentes le propinaron un bofetón a Arlindo, deteniéndole a continuación y trasladándole a la comisaría de Tetuán, donde le hicieron vaciar los bolsillos. Como el detenido efectuaba esta operación de forma lenta, los dos agentes comenzaron a golpearle contra la pared y a propinarle patadas y puñetazos., causándole heridas de las que tuvo que ser asistido en la Casa de Socorro. Al día siguiente fue puesto a disposición del juzgado de Guardia. Un año después, el 23 de abril de 1997, el juzgado de Instrucción nº veintidós de Madrid, dictó sentencia por la que absolvía a los dos agentes denunciados de la falta de lesiones, al considerar que las lesiones sufridas por Arlindo Sebastiao no fueron causadas por los agentes. La misma sentencia absolvía a Arlindo Sebastiao Tiago de la falta de resistencia a los agentes de la autoridad por la que fue acusado. PN-10/96 IBAI AYENSA, PATXI RUIZ, EDUARDO PIÑEIRO y JORGE TXOCARRO, fueron detenidos el 23 de marzo de 1996 y en Pamplona, por agentes de la policía Nacional, como integrantes de un "Grupo Y" de apoyo a ETA, y como autores del incendio de un concesionario de la empresa Renault en Burlada (Navarra), siendo trasladados posteriormente a la audiencia Nacional, a disposición del juzgado Central de Instrucción nº 4, a cuya presencia manifestaron haber sido objeto de torturas y amenazas por los agentes durante los interrogatorios a que habían sido sometidos. Ibai Ayensa, tuvo que ser trasladado, cuatro horas después de ser detenido, al Hospital de Navarra, víctima de un ataque da taquicardia sufrido a raíz del trato recibido. Ante el juzgado narró haber recibido golpes en la cabeza con una pistola. Patxi Ruiz, por su parte, denunció haber recibido golpes en la cabeza y las piernas, así como la colocación de una bolsa de plástico en la cabeza que le impedía respirar. PN-11/96 El 19 de abril de 1996, unidades antidisturbios de la Policía Nacional cargaron, en Madrid, contra un grupo de personas que se manifestaba, frente al Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, para exigir la paralización de las obras de la presa de Itoiz (Navarra). Como consecuencia de la carga policial varias personas resultaron con lesiones y daños: FELISA y CARMEN DELGADO, ANDREA CARVAJAL, MANUEL F. QUEVEDO, DAVID ARJONA, LOURDES BLÁZQUEZ, ÓSCAR LÓPEZ, JOSÉ M. MANJÓN, ÁNGELA VALENCIANO, LEANDRO A. JUÁREZ, ÓSCAR M. ALAJARIN, JOSÉ L. GUTIÉRREZ, CARLOS PASCUAL y JOSÉ A. MARTÍN. Todos ellos fueron denunciados por la policía por resistencia a la autoridad. El 30 de octubre de 1997, con antelación al juicio de faltas que estaba señalado, tanto los miembros de los grupos ecologistas como el Ministerio fiscal y los policías retiraron las denuncias formuladas, tras lo cual el Juzgado de Instrucción nº 7 de Madrid, dictó sentencia por la que absolvía a los acusados de resistencia como a los agentes del cuerpo Nacional de Policía con números profesionales 65.597, 66.017, 69.821, 70.464, 72.283, 73.277, 73.532, 73.547, 74.796, 74.831, 27.615, 27.644, 56.590, 64.725, 66.700, 73.613, 74.076, 74.780, 74.783 y 75.045, que habían sido acusados de las lesiones y malos tratos a los detenidos. PN-12/96 El 22 de abril de 1996, medio centenar de agentes de las unidades antidisturbios de la Policía Nacional cargaron con contundencia contra medio millar de vecinos de la localidad madrileña de Fuenlabrada, que se habían concentrado en solidaridad con una familia que iba a ser desahuciada. Como consecuencia de la intervención policial ocho vecinos resultaron con diversas heridas de las que tuvieron que ser asistidos en el Hospital Severo Ochoa de Leganés. Igualmente resultaron heridos tres agentes policiales, uno de ellos al ser agredido con un objeto punzante. Tres personas fueron detenidas y acusadas por resistencia y atentado a agentes de la autoridad: MIGUEL GARCÍA, ÁNGEL SALVADOR y el presidente de la Asociación de Vecinos que apoyaba a la familia que iba a ser desalojada, JOSÉ MORENO ESQUIVEL, para lo cuales el Fiscal solicita una pena de cuatro años de cárcel. Ningún agente ha sido encausado por la actuación policial que el alcalde de Fuenlabrada, José Quintana, calificó de "desproporcionada y precipitada". Por su parte el Concejal de Seguridad de la localidad, Juan López, manifestó que había sido "una carga violenta y no la entendemos". "Se podría haber dialogado". PN-13/96 En Pamplona, el 4 de mayo de 1996, agentes de la policía Nacional procedieron a la detención de 17 personas, tras una manifestación celebrada en protesta por la entrega a las autoridades españolas de Josu Urrutikoetxea por parte de Francia. Varios de los detenidos afirmaron haber sido objeto de torturas y malos tratos, tanto en el momento de la detención como en la comisaría. Entre ellos, PATXI BÁÑEZ, de 17 años de edad, fue detenido cuando caminaba por las calles de la capital navarra hacia su domicilio. En el momento de su detención fue golpeado repetidamente por los agentes. Trasladado a la comisaría navarra, fue introducido en un cuarto junto a otros detenidos, en el que se le obligó a estar de rodillas y donde recibió varias patadas. Al día siguiente, Báñez tuvo que ser trasladado al Hospital, donde le fueron apreciadas las marcas que habían dejado los golpes recibidos y le fueron aplicados dos botes de suero ya que no paraba de vomitar, tras lo que fue regresado a la Comisaría. Esa misma noche, tuvo que ser hospitalizado de nuevo ya que los síntomas no cesaban. PN-14/96 El 30 de mayo de 1996, VICTORIANO IGLESIAS RODRIGUEZ se encontraba en el interior de un bar de la localidad de L´Hospitalet (Barcelona) cuando entraron, estando de servicio y uniformados, los miembros de la Policía Nacional MIGUEL GARCÍA MARTÍN y ANTONIO JIMÉNEZ LÓPEZ que consumieron bebidas alcohólicas. Esta actitud no gustó a victoriano Iglesias que recriminó a los agentes el que bebiesen estando de servicio, lo que les molestó por lo que se llevaron a Victoriano Iglesias a la comisaría de Cornellá (Barcelona) y no de L´Hospitalet, como hubiese sido lo correcto. En estas dependencias el agente Miguel García Martín introdujo a Victoriano Iglesias en un cuarto donde le golpeó reiteradamente. Tras la agresión, Victoriano comunicó a los policías su intención de denunciar lo ocurrido, momento en el cual los agentes le denunciaron por atentado y levantaron el correspondiente atestado, comunicándole que quedaba detenido, siendo trasladado al día siguiente al Juzgado, que le dejó en libertad. Como consecuencia de la agresión Victoriano Iglesias sufrió lesiones en el tórax, brazo y cuello. Dos años después, la sección IX de la Audiencia Provincial de Barcelona condenaba a los agentes a tres años de prisión y ocho de inhabilitación como autores de un delito de detención ilegal, y a Miguel García le imponía, también, la pena de un mes-multa. PN-15/96 El 22 de junio de 1996, El Ministerio del Interior procedió a la expulsión de 103 personas de origen africano desde el centro de acogida de extranjeros de Málaga. Previamente a esta expulsión masiva, los inmigrantes fueron sedados con alhoperidol. Los inmigrantes habían llegado a Málaga procedentes de Melilla, después de que el 17 de junio, varios centenares de personas, que malvivían en el campo de refugiados centro-africanos de Melilla, se enfrentase a los agentes de Policía en protesta por las condiciones inhumanas en la que eran obligadas a vivir, tras ser concentrados en patio del derruído hospital de la Cruz Roja de Melilla . En esta ocasión, al menos diez personas resultaron heridas por la actuación policial. Las protestas continuaron en los días siguientes, produciéndose nuevos choques con agentes policiales el día 19. El día 20, ciento tres centro-africanos fueron detenidos de madrugada y, al día siguiente, trasladados a Málaga, desde donde, sedados y en secreto, se les introdujo en cinco aviones militares con destino a Malí, Senegal, Camerún y Guinea-Bissau, sin haberse acreditado la nacionalidad de los detenidos. Tras numerosas gestiones por parte de organizaciones como Amnistía Internacional y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), se pudo averiguar el destino de los expulsados: Cincuenta de ellos fueron ingresados en una cárcel de Guinea-Bissau, después de que un funcionario español negociase con el gobierno guineano su encarcelamiento, pese a que no habían cometido delito alguno, a cambio de dinero entregado por el Gobierno español al de Guinea. Algunos de los expulsados pudieron regresar posteriormente a España, denunciando entonces las agresiones de las que fueron objeto por parte de los agentes de policía españoles durante el viaje: MUKESHA BATWARO, de origen hutu, denunció haber sido golpeado por parte de los policías españoles que les acompañaban, cuando se negó a bajar del avión en que fue trasladado a Guinea, BASSI EBENEZER, expulsado a Camerún, denunció las vejaciones, insultos y maltrato sufrido desde su detención en Melilla, así como la situación en que efectuaron los viajes en avión: con las manos fuertemente esposadas durante todo el trayecto, lo que le provocó heridas en las mismas. Diversas asociaciones humanitarios formularon denuncias por estos hechos: El Juzgado de Instrucción nº 1 de Melilla abrió diligencias por detención ilegal contra el Delegado del gobierno en Melilla, ENRIQUE BEAMUD, el Comisaría Jefe de Policía de Melilla y al jefe del dispositivo policial que procedió a la detención de los inmigrantes. El Juzgado de Instrucción nº 4 de Málaga, tras la querella formulada por la Asociación Libre de Abogados de Málaga, abrió diligencias contra el Gobernador Civil de Málaga, JORGE CABEZAS, y el Comisario Provincial de Málaga, ANTONIO MARTÍNEZ FERRANDO. Este confirmó ante el Juez que se sedó a los inmigrantes . Ante las denuncias que se hicieron públicas entonces por la situación de los inmigrantes, una comisión especial del Comité para la Prevención de la Tortura (CPT) del Tribunal Europeo de Derechos Humanos visitó, entre otros lugares, Ceuta. El informe elaborado, conocido dos años después, califica de "inaceptable" el trato y la expulsión de estas personas. Pese a todo ello, la titular del Juzgado nº 4 de Málaga, AURORA SANTOS, decretó el archivo de las actuaciones al considerar que solamente existió una irregularidad administrativa PN-16/96 El 18 de junio de 1996, treinta personas, entre ellas un niño de diez años de edad que acompañaba a su madre, fueron heridas, en Vigo (Pontevedra), por agentes de policía cuando participaban en una concentración en protesta por la situación laboral en la empresa Policlínica Viguesa SA. Entre los heridos se encontraban MARÍA JESÚS GARCÍA FONSECA, quien salía en el momento de la carga policial de trabajar y sufrió traumatismo craneal y una herida que necesitó catorce puntos de sutura, JAVIER ASLA REGUEIRO, que necesitó ser hospitalizado, y CONSUELO MARTÍNEZ, presidente del comité de empresa. La carga policial se produjo cuando un grupo de trabajadores de la empresa se concentraron delante de la sala donde se celebraba una junta de accionistas en la que se negaba la entrada al secretario del comité de empresa, que era también titular de varias acciones. La concentración se desarrollaba de forma pacífica, entre canciones y aplausos. Estos cánticos y aplausos molestaron a la dirección del Hospital, que llamó a la policía. Al llegar los agentes, exigieron a los trabajadores que se marchasen a lo que se negaron. En ese momento, los trabajadores fueron rodeados por la policía y golpeados con porras y escudos. Todas las heridas se produjeron en cabeza, tronco y extremidades superiores. PN-17/96 Dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía fueron condenados en primera instancia, por el Juzgado de Instrucción nº 4 de León a penas de un mes multa, para cada uno de ellos, como autores de una falta de lesiones a tres miembros del Colectivo Pro-Insumisión de León, que habían participado en una manifestación a favor de la Insumisión frente al cuartel de San Marcelo el 24 de junio de 1996. Posteriormente, la Audiencia Provincial de León revocaba esta sentencia y absolvía a los agentes policiales al estimar que su actuación fue correcta. La misma sentencia absolvía a los tres insumisos de la falta de resistencia por la que habían sido acusados, así como a otros ocho agentes policiales de las faltas de insultos y amenazas por las que también habían sido denunciados. PN-18/96 Dos jóvenes de la localidad navarra de Barañain, DANIEL D. E. y GORKA J. V. denunciaron a varios miembros del Cuerpo Nacional de Policía que les agredieron en la noche de 28 de junio de 1996. La agresión se produjo cuando se encontraban pegando unos carteles relativos a las fiestas de la localidad y varios agentes se les acercaron gritando "ya tenía ganas de agarrar a estos hijos de puta". Los dos jóvenes fueron cacheados, desnudados e interrogados entre golpes de porras y puños sobre el paradero de una furgoneta de la que los jóvenes desconocían dato alguno. Varios vecinos de la localidad fueron testigos de la agresión y uno de ellos, que se acercó a interesarse por los jóvenes fue detenido y conducido a la comisaría, quedando en libertad poco después. Finalmente, también Daniel y Gorka fueron puestos en libertad sin pasar por comisaría PN-19/96 El 3 de julio de 1997, JEREMY FRENCH BIRMINGHAN, ciudadano negro de nacionalidad inglesa, fue agredido por dos agentes de policía cuando se encontraba, en la calle Zurita de Madrid, con unos amigos, fue requerido por los agentes para que les mostrase su documentación. Al mostrársela a los agentes, uno de estos manifestó en tono despectivo "¡Uy, pero si tenemos un ingles!", por lo que Birminghan manifestó su disconformidad con la forma en que estaba siendo tratado, siendo nuevamente ofendido por el policía. En ese momento, el agente comenzó a golpearle, poniéndole las esposas e introduciéndole a la fuerza en un vehículo policial, en el que fue trasladado a la Comisaría de la calle Huertas, donde fue ingresado en un calabozo. Poco después, se presentó en el calabozo el mismo agente que le había agredido en la calle junto a otros cuatro policías. Entre los cinco agentes propinaron bofetadas y puñetazos en el estómago a Jeremy French Birminghan, mientras este permanecía esposado. Durante el tiempo en que Birminghan estuvo en Comisaría, pues no fue puesto en libertad hasta el 4 de junio, recibió todo tipo de amenazas por parte de los policías para que no denunciase lo ocurrido: "sabemos donde vives y mejor que no denuncias nada" y "como denuncias algo te vamos a expulsar de España". Al quedar en libertad, Jeremy French Birminghan acudió a los servicios médicos de urgencia donde fue reconocido y le apreciaron las lesiones sufridas. Los agentes denunciaron, por su parte, a Jeremy French por atentado y resistencia. PN-20/96 El 17 de julio de 1996. VALENTÍN LASARTE, preso en la cárcel de Alcalá-Meco por pertenencia a banda armada, fue sometido a una operación quirúrgica consistente en la anulación de un nervio cardiaco anómalo que le provocaba taquicardias. Para conseguir este objetivo se le introdujo un catéter por la arteria femoral hasta el corazón. Tras la intervención, que se prolongó durante seis horas, Lasarte fue trasladado a una habitación donde fue sometido a vigilancia policial (dos o tres agentes se encontraban en el interior de la habitación y otros seis o siete permanecía, permanentemente, en el exterior de la misma). La primera noche, después de la operación, los agentes esposaron fuertemente a Lasarte, justo en el lugar donde tenía colocado el suero. Además le impidieron conciliar el sueño manteniendo la luz encendida e insultándole. La misma situación se produjo la segunda noche tras la operación. Pero en esta además fue amenazado por un agente que, tras encañonarle con su pistola, le dijo "te voy a pegar un tiro". A la mañana siguiente, los médicos del hospital comprobaron que Lasarte tenía la tensión muy alta, pero tras oír lo que había ocurrido, no pusieron los hechos en conocimiento del juzgado de Guardia de Alcalá de Henares, siendo el propio paciente quien lo denunció posteriormente. PN-21/96 El 28 de julio de 1996, un grupo compuesto por 16 ciudadanos centro-africanos fueron amordazados y maniatados con cinta de embalar para ser embarcados en un avión con destino a Guinea Ecuatorial. Sin embargo el incidente provocado y la protesta de otras personas que se disponían a viajar en el mismo avión, provocó que se suspendiese la repatriación. Al menos dos de los inmigrantes, CECILIA HEARGOB y PHILE GAY, de origen liberiano, denunciaron haber sido objeto de golpes y malos tratos por parte de los agentes policiales encargados de su custodia. La primera manifestó que "los policías me golpearon, me ataron las piernas y las manos y me taparon los ojos y la boca". Phile Gay, por su parte, manifestó que fue golpeada y que "me cogieron con tanta fuerza por el cuello que me cuesta tragar". Tras el escándalo provocado al hacerse pública esta situación, varios sindicatos policiales, (ANPU, Asociación Nacional de Policía Uniformada, y UFP, Unión federal de Policía) justificaron el que se amordazase a los inmigrantes para defender la integridad de los agentes encargados de su custodia. Finalmente, tras permanecer veinticinco días en una sala del madrileño Aeropuerto de Barajas, quince de los dieciséis inmigrantes fueron expulsados a Nigeria. Phile Gay, había logrado huir cuando fue trasladada a los juzgados de Plaza de Castilla para ser examinada por el médico forense y determinar su edad. PN-22/96 El 26 de agosto de 1996, agentes del Cuerpo Nacional de policía disolvieron violentamente una concentración que tenía lugar en Pamplona. Tras la carga policial, PATXI SOLA cayó al tropezar con otra persona. En ese momento un grupo de agentes le rodeó y golpearon reiteradamente en el costado, brazos y espalda con las porras. Además le fueron propinadas varias patadas y culatazos. Tras la actuación policial, Patxi Sola fue trasladado al servicio de Urgencias de un centro sanitario donde se le apreciaron las lesiones sufridas y se le aplicaron dos puntos de sutura en el brazo derecho. PN-23/96 El 20 de septiembre de 1996, PEDRO JAVIER PÉREZ DIAZ y ANTONIO MORENO NARANJO, fueron golpeados por agentes de la policía Nacional destinados en Torrejón de Ardoz (Madrid). Como consecuencia de la agresión tanto Pedro Javier Pérez como Antonio Moreno resultaron con un brazo inmovilizado, y el último hubo de sufrir una intervención quirúrgica para implantarle dos clavos en la clavícula. Los hechos que finalizaron en la agresión dieron comienzo en un restaurante de la madrileña localidad de Torrejón de Ardoz, cuando Pedro Javier y Antonio estaban celebrando una fiesta con otro amigo. Al finalizar esta se produjo una discusión con el propietario del restaurante, que llamó a la Policía. Cuando se presentó una dotación de esta en el restaurante, los agentes detuvieron, sin dar explicaciones de ello, a Antonio Moreno y al dueño del restaurante. Poco después, Pedro Javier Pérez acudió a la Comisaría para interesarse por su amigo. Allí se produjo una nueva discusión con el policía que se encontraba en la puerta de entrada de la comisaría que, junto con otros agentes a los que había avisado, procedieron a detener a Pedro Javier al que trasladaron a los calabozos. A partir de este momento, tres o cuatro agentes, la emprendieron a golpes tanto con Pedro Javier como luego, por separado y siempre en los calabozos, con Antonio, causándole las lesiones ya indicadas. Al día siguiente, Pedro Javier y Antonio fueron puestos a disposición judicial bajo la acusación de atentado y resistencia a la autoridad. PN-24/96 El 20 de septiembre de 1996, G. G. I., de 15 años de edad, fue detenido, junto a otro joven, por agentes de la Policía Nacional de paisano en las cercanías del puente de San Andrés de Pamplona, bajo la acusación de haber quemado unos contenedores, ordenándoseles que se tumbaran en el suelo. Poco después llegaron al lugar agentes uniformados, entre los que se encontraba ROBERTO ORTOÑO VAZQUERO. Cuando G. G. I. intentó ver lo que pasaba oyó como un agente gritaba "no mires" y Roberto Ortoño le propinaba una patada en la cara que le produjo una fractura de los huesos de la nariz. Año y medio después, la Audiencia Provincial navarra condenó al agente Ortoño a la pena de ocho meses de prisión por las lesiones causadas. PN-25/96 El 21 de septiembre de 1996, agentes de Policía detenían en Pamplona a SERGIO MEDINA, al que acusaban de haber participado en los incidentes producidos en la noche en el casco antiguo de la ciudad. Trasladado a la Comisaría, Medina fue interrogado con la cabeza tapada con una capucha, mientras recibía golpes en la cabeza, vientre y testículos. Como consecuencia de los golpes recibidos, Sergio Medina hubo de ser trasladado en dos ocasiones al servicio de urgencias del hospital. También denunció haber sufrido malos tratos por parte de los agentes policiales IBAI AIENSA, que fue detenido tres días después, cuando se encontraba junto a la Audiencia Provincial Navarra a la espera de que fuesen puestos en libertad las personas detenidas el sábado anterior tras los incidentes en el casco antiguo de la capital navarra. Por otra parte, durante los incidentes tras los que fue detenido Sergio Medina, otro joven, IKER BALDA, sufrió graves heridas en un ojo al ser alcanzado por una de las pelotas de goma lanzadas por las fuerzas policiales. PN-26/96 Tras ser trasladado de cárcel varias veces en un corte espacio de tiempo, el 25 de septiembre de 1996, JOSU GOITIA UNZURRUNZAGA, sufrió unos dolores que alarmaron a los médicos de la prisión madrileña de Valdemoro, donde se encontraba, y que ordenaron su ingreso en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, donde se le apreció que tenía la arteria coronaria semiobstruida y sufría una angina de pecho,. Ante la gravedad de su estado, Josu Goitia fue ingresado en la UCI para ser trasladado, posteriormente, a la planta de cardiología, donde, pese a la dolencia que padecía, fue esposado a la cama nada más ocupar la habitación por los agentes encargados de su custodia. Durante los días que permaneció ingresado en el hospital los agentes hostigaron permanentemente al enfermo, al que amenazaban e insultaba reiteradamente y amenazaron con tirarle desde la séptima planta del hospital. PN-27/96 El 4 de octubre de 1996, agentes de las Unidades Antidisturbios de la Policía Nacional procedieron a desalojar de forma violenta el Centro Social Okupado "David Castillo", sito en la calle Villaamil 46 de Madrid, la actuación policial produjo heridas de diversa consideración a, al menos, quince de las personas que se encontraban encerradas en el edificio en apoyo de los que okupaban el inmueble. Los agentes policiales entraron en el edificio y desalojaron sin ningún tipo de problema a las personas que se encontraban en la planta baja, entre ellas dos periodistas de Canal Plus. Cuando los policías llegaron a la azotea, sin mediar palabra, comenzaron a golpear en todas las partes del cuerpo y con las porras a las personas que pacíficamente, sentadas y sin ofrecer resistencia, allí se encontraban. Posteriormente, cuando los desalojados de la azotea bajaron a la planta baja para abandonar el inmueble, varios funcionarios policiales les obligaron a atravesar un pasillo formado por ellos mientras les golpeaban con las porras, les propinaban patadas y les insultaban. Las personas que sufrieron heridas como consecuencia de la actuación policial fueron: DAVID BABIKER MORENO, ÓSCAR SANTOS SÁNCHEZ, LUIS MARÍA SANTOS MONTES, JOSÉ JAIME MARTÍ HERRERO, PEDRO MOBS AYUSO, PEDRO ANTONIO RODRÍGUEZ ORTIZ, LOSÉ LUIS UBOT GONZÁLEZ, CATALINA FERNÁNDEZ DIEZ PICAZO, ÓSCAR MIGUEL GONZÁLEZ, RUBÉN LÓPEZ GARCÍA, ALMA FERNÁNDEZ GAMEZ, JOSÉ MANUEL GONZÁLEZ GARCÍA, GREGORIO GARCÍA CAMINERO, VALENTÍN ISAKOV ISAKOV. PN-28/96 El 7 de octubre de 1996, tras una manifestación celebrada en Pamplona bajo el lema "Euskal Herria Askatu", EDURNE M. E. fue abordada por un grupo de agentes de policía que le propinaron numerosos golpes, tras los cuales fue detenida y trasladada a la comisaría. A consecuencia de los golpes recibidos, desde la comisaría Edurne tuvo que ser atendida por los servicios médicos del hospital de Navarra donde le recetaron diversos medicamentos para aliviar los dolores, pese a ello, mientras permaneció en las dependencias policiales no se le administró ninguna clase de medicamentos, ni se le suministró bebida o comida alguna. PN-29/96 El 7 de octubre, la policía desalojó a un grupo de unos 50 jóvenes que, una semana antes, habían okupado una fábrica abandonada de la calle Bruc de Terrasa (Barcelona) para reivindicar más locales culturales en la ciudad. Durante el desalojo la policía golpeó a las personas que se encontraban en el interior del local causando heridas a diez de ellos. Posteriormente, cuando se estaba celebrando una manifestación frente a los juzgados contra la orden de desalojo, policías antidisturbios cargaron con gran dureza contra los concentrados causando heridas a unas quince personas, algunas de las cuales tuvieron que ser asistidas en centros médicos. PN-30/96 El 7 de octubre de 1996, en Santiago de Compostela (A Coruña) los hermanos ÁNGEL y PABLO GÁNDARA RODRIGUEZ fueron golpeados por agentes de Policía que les exigieron la documentación para una "identificación rutinaria". Los hermanos Gándara manifestaron a los agentes su desacuerdo con las formas en que eran tratados y les indicaron que tenían prisa, tenían cita para una consulta en el Hospital Xeral de Galicia minutos después, en la que tenía que ser examinado Pablo Gándara. Entonces, los policías les indicaron que les acompañasen para efectuar un registro. Cuando estaban vaciando sus bolsillo, uno de los agentes golpeó con la porra a Ángel Gándara y, posteriormente, a Pablo cuando este le pidió el número de placa para denunciarle por la agresión. A partir de este momento los golpes, amenazas e insultos por parte de los agentes se multiplicaron. La agresión finalizó cuando los agentes esposaron y detuvieron a ambos hermanos y los trasladaron a la comisaría bajo la acusación de resistencia a la autoridad. PN-31/96 El 18 de octubre de 1996, ADELA L. H. se encontraba detenida en las dependencias del Registro Central de Detenidos de Moratalaz (Madrid). Nada más llegar allí, el agente de Policía Nacional ENRIQUE LÓPEZ ÁLVAREZ se dirigió a la detenida indicándola que, si quería, podía ponerla en una celda a parte y le facilitaría la estancia de los calabozos. Pasados uno minutos el agente sacó a Adela L. de la celda en que había sido recluida trasladándola al lavabo. Allí la detenida pudo asearse con el jabón que le facilitó el agente, quien se quedó en el exterior de los servicios, Cuando regresaba a la celda seguida del agente, este se saco el pene y comenzó a masturbarse delante de la detenida quien echó a correr dirigiéndose a otros policías a los que comunicó lo ocurrido. PN-32/96 El 22 de octubre de 1996, en San Sebastián (Guipúzcoa) fueron detenidos por agentes de la Policía Nacional JON ZALDUA, ENEKO ORUETA, CÁNDIDO SAGARZAZU y HARKAITZ MELCHOR bajo la acusación de formar parte de uno de los llamados "Grupos Y de apoyo a ETA". Puestos a disposición de la Audiencia Nacional, denunciaron haber sido objeto de torturas y malos tratos durante los interrogatorios a los que fueron sometidos y su traslado a Madrid: Jon Zaldua, denunció haber sufrido varios golpes con la porra en el interior del furgón policial. Eneko Orueta compareció ante el juez con un diente roto como consecuencia de los golpes recibidos. Igualmente, Cándido Sagarzazu y Harkaitz Melchor, denunciaron haber sido golpes en la cabeza y amenazados con detener a sus familiares. PN-33/96 El 22 de octubre de 1996, MANUEL ABREU DA SILVA recriminó al agente de Policía Nacional ANTONIO BARRIONUEVO ESCUDERO, que iba de paisano, su actitud hacia dos transeúntes a los que había amenazado con su arma después de que estos le recriminaran el que orinase en la calle. Manuel Abreu desarmó al policía aunque luego le devolvió la pistola. Cuando Manuel Abreu se marchaba el agente le disparó por la espalda causándole la muerte. Cuando llegaron agentes uniformados de Policía y el Juez de Guardia, Antonio Barrionuevo pretendió que Abreu había intentado atracarle y él tuvo que disparar en defensa propia. Año y medio después, un Tribunal jurado declaraba culpable al policía Antonio Barrionuevo por la muerte de Abreu. La Sección XV de la Audiencia Provincial de Madrid imponía días después la pena de diez años de cárcel al agente como autor de un delito de asesinato con el atenuante de alcoholemia. PN-34/96 El 22 de octubre de 1996, agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron, por órdenes del Juzgado central nº 5 de la Audiencia Nacional, a JON ZALDUA AROCENA, ENEKO ORUETA PARDAVILLA, HARKAITZ MELCHOR HOCES y CÁNDIDO SAGARZAZU GÓMEZ como presuntos miembros de uno de los "Grupos Y de apoyo a ETA". Al ser puestos a disposición del Juzgado todos presentaban señales de haber sido golpeadas y denunciaron haber sido objeto de malos tratos y amenazas: Jon Zaldua fue golpeado reiteradamente en el furgón en el que fue trasladado a la comisaría, Eneko Orueta sufrió golpes que, entre otras lesiones, le provocaron la rotura de un diente. El Juez Baltasar Garzón rechazó estas denuncias al considerar que las lesiones que presentaban los detenidos se habían ocasionado al resistirse a la detención o intentar escapar de la policía. PN-35/96 El 28 de octubre de 1996, doscientos agentes antidisturbios de la Policía Asaltaron con inusitada violencia el antiguo cine "Princesa" de Barcelona, okupado por decenas de jóvenes, siete meses antes cuando estaba abandonado y semiderruido, y lo habían convertido en un foco de cultura alternativa. La actuación policial fue calificada como "desproporcionada" por los vecinos. Tras el asalto policial, cuarenta y ocho personas fueron detenidas y, al menos quince, resultaron con heridas de diversa consideración (una de ellas hubo de ser ingresada en el hospital del mar de la capital catalana) . La actuación policial provocó la protesta de numerosos colectivos ciudadanos., entre ellas la de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona que exigió la dimisión de JULIA GARCÍA VALDECASAS, Delegada del Gobierno en Barcelona. PN-36/96 El 5 de noviembre de 1996, FELIPE GONZÁLEZ MARCOS salía de su domicilio en Madrid cuando se desarrollaba una operación policial en las cercanías de su domicilio, al llegar a unos jardines próximos oyó lo que, inicialmente, creyó unos petardos y luego resultaron ser disparos de pistola. Inmediatamente oyó que alguien gritaba "todos al suelo", por lo que se echó y protegió junto a una pared. Estando en esta posición, se le acercaron tres personas de paisano que, sin mediar palabras, le propinaron diversas patadas y, una de ellas, le golpeó con la pistola que portaba causándole una brecha en la cabeza. Tras ello, le esposaron con las manos a la espalda con tal violencia que le desencajaron un hombro. Levantándole del suelo violentamente, y mientras continuaban golpeándole, le introdujeron en un vehículo sin distintivo alguno. Al rato llegó al lugar un radio patrulla de la Policía Nacional al que fue trasladado. Es en este momento cuando Felipe González, tiene conocimiento por vez primera de que las personas que le han agredido son policías. Hasta ese momento nadie le había explicado lo que pasaba. Poco después se acercan al coche policial la madre del detenido y otros vecinos que, tras hablar con los agentes, lograron que estos pusieran en libertad a Felipe, lo que hicieron sin dar explicaciones a lo ocurrido y le dijeron que "si en lugar de echarse contra la pared hubiera echado a correr, habrían disparado a matar". Tras quedar en libertad, Felipe González acude a un hospital donde se le aprecian las lesiones sufridas (contusiones múltiples, herida incisa en región occipital izquierda, contractura cervical y lumbar) y formula una denuncia en el Juzgado de Guardia. Dicha denuncia no fue atendida por el juzgado que, sin practicar diligencia alguna la archiva días después. Tras el recurso interpuesto, el Juzgado de Instrucción nº5 de Madrid, celebró un juicio de faltas y absolvió a los agentes con carnets profesionales 16.537 y 64.296 que habían participado en la detención. PN-37/96 El 12 de noviembre de 1996, CARLOS FUEYO TIRADO, ALBERTO FERNÁNDEZ y otras cinco personas sufrieron heridas de diversa consideración como consecuencia de la actuación de agentes antidisturbios de la Policía Nacional contra una concentración en apoyo a un insumiso, Luis Miguel Orviz que se había encadenado ante el Gobierno Militar de Oviedo (Asturias). Después de cortar las cadenas, los agentes introdujeron a Luis Miguel Orviz en una furgoneta policial que fue rodeada por los manifestantes, que efectuaron una sentada delante de la misma. Repentinamente la furgoneta, sin poner sirenas ni advertir previamente a las personas que allí se encontraban, arrancó y arroyó a los que se encontraba delante de la misma. Al mismo tiempo, un grupo de agentes atacó y golpeó con sus porras a los concentrados causándoles diversas lesiones. PN-38/96 El 20 de noviembre de 1996 fueron detenidos en Hernani (Guipúzcoa) ALEX PEREIRA, URTZI G, ERLANTZ CRISTÓBAL, ASIER EZEIA y ZIGOR IZAGUIRRE y, simultáneamente, en Navarra ALBERTO PÍO OYAGA, en Burlada, y JESÚS MARÍA OLLO NUIN (Pamplona) por agentes de Policía Nacional bajo la acusación de pertenencia a uno de los denominados "Grupos Y" y puestos a disposición de la Audiencia Nacional. En sus declaraciones ante el juzgado Central de Instrucción nº 1, los detenidos denunciaron las torturas y malos tratos a que fueron sometidos durante el periodo de detención: puñetazos, golpes en la cabeza y amenazas. Un año después la Audiencia Provincial de Pamplona ratificaba el archivo de las denuncias formuladas por Jesús María Ollo y Alberto Pío Oyaga. PN-39/96 Al menos dos personas resultaron heridas tras la actuación, el 20 de noviembre de 1996, de unidades antidisturbios de la Policía Nacional en Avilés (Asturias) contra los participantes de una manifestación antifascista convocada por diversos colectivos ciudadanos. Mientras se estaba celebrando la manifestación, una persona se acercó al grupo de manifestantes y efectuó el saludo fascista levantando el brazo derecho en actitud provocadora y huyendo a continuación hacia donde se encontraban apostadas unidades policiales. Un grupo de manifestantes antifascistas salieron en su persecución, momento en que los agentes cargaron contra el grupo y golpearon con sus porras, al menos, a dos jóvenes que cayeron al suelo donde continuaron propinándoles golpes. Finalizada la agresión, los agentes los arrastraron hasta las furgonetas policiales donde fueron obligados, violentamente, a entrar y quedaron detenidos. El mismo día, unidades antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía cargaron contra manifestaciones antifascistas en Sabadell (Barcelona), donde resultaron heridas seis personas, y Cádiz,. PN-40/96 En la noche del 23 de noviembre de 1996, tras unos incidentes en el Casco Antiguo de Pamplona, SANTIAGO ARAGÓN IROZ, fue detenido, cuando trabajaba como camarero en un bar de la calle Jarauta de la capital navarra, por policías de paisano que, sin identificarse, entraron en el bar y lo sacaron a la calle donde le golpearon reiteradamente causándole lesiones en la cabeza, costado y un brazo, tras lo cual le detuvieron acusándole de atentado y resistencia. En la misma noche, dos jóvenes, fueron detenidos cuando paseaban por la calle con un grupo de amigos, compañeros de un equipo juvenil de fútbol, y se encontraron con un grupo de agentes de policía que les golpearon causándoles lesiones, tras lo cual fueron detenidos bajo la misma acusación que Santiago Aragón. Tras las detenciones, los agentes presentaron partes de haber sufrido lesiones, en un de los cuales se indica que una agente de policía de paisano resultó con una "contusión en una mano al chocar contra una cara". El Fiscal, que hizo suya la versión policial pese a la presencia de numerosos testigos, solicita para Santiago Aragón la pena de cuatro años de cárcel por haber "lanzado una botella contra la policía". Igualmente solicita dos años de cárcel para cada uno de los jóvenes por el mismo hecho. Hechos similares se produjeron en Granada, Cádiz , Sabadell (Barcelona) y otras ciudades donde se celebraron manifestaciones en contra del fascismo. PN-41/96 El 24 de noviembre de 1996, en Valladolid, tras finalizar una manifestación antifascista, en la que no se habían producido incidente alguno, Varios agentes de la Policía Nacional se acercaron a tres jóvenes, que habían participado en la misma y que se dirigían a su casa, y les ordenaron ponerse contra la pared al tiempo que les exigían mostrar la documentación tras lo que fueron cacheados entre patadas en las piernas y amenazas de golpearles en los testículos. A uno de ellos, los agentes le propinaron un puñetazo en el pecho por llevar en el bolsillo un pañuelo con una señera catalana. Formulada una denuncia ante el juzgado de guardia, esta fue archivada por no identificar a los autores de la agresión. PN-42/96 Los días 3 y 4 de diciembre de 1996, tuvieron lugar en numerosas ciudades manifestaciones de estudiantes contra la política educativa del Gobierno. Varias de estas manifestaciones finalizaron con violentas cargas policiales que causaron heridos. El día 3, en Santiago de Compostela (A Coruña) varios furgones bloquearon la manifestación convocada alegando que no había sido autorizada. Varios estudiantes decidieron continuar la protesta realizando una sentada, momento en que la policía aprovechó para disolverlos violentamente causando nueve heridos de diversa consideración que fueron asistidos en el Hospital Xeneral de Galicia. En Madrid, el día 4, agentes de policía golpearon a FELIPE SERRANO, periodista de la Cadena SER pese a llevar una pegatina del medio para el que trabajaba. Según sus manifestaciones "Corría entre la policía y los estudiantes, grabando la noticia, cuando noté un primer golpe. En ese momento me di la vuelta y me identifiqué como periodista" (los agentes) me tiraron al suelo de un manotazo y me dieron patadas e intentaron arrebatarme el cassette". Felipe Serrano sufrió lesiones en las piernas. PN-43/96 El 11 de diciembre de 1996, ante el juzgado de Instrucción nº 2 de Melilla, MALIKA BADRA, de origen marroquí, denunció haber sido violada en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Policía por un agente que, momento antes, la había tomado declaración. Según la denuncia, Después de haber sido conducida a la Comisaría tras haber tenido una discusión con su novio, prestó declaración ante dos agentes policiales, tras lo cual uno de los policías abandonó el cuarto en el que fue interrogada, quedando sola Malika Badra y el otro agente. En ese momento, el agente que permanecía en el cuarto se bajó el pantalón, se sacó el pene y, obligándola por la fuerza y bajo amenazas, penetró bucálmente a la detenida, tras lo cual la detenida fue conducida a los calabozos y, pocas horas después, expulsada de Melilla pese a tener permiso de residencia y su documentación en regla. PN-44/96 El 13 de diciembre de 1996, ÁLVARO REQUENA BRIÑON, se encontró, en la calle San Bernardo de Madrid, cuando salía del Instituto donde recibe clases nocturnas, con un grupo de agentes policiales que formaban parte de un dispositivo policial en previsión de incidentes, ante la celebración, momento antes, de una manifestación en las cercanías. Los agentes le pidieron la documentación y, cuando Álvaro sacaba la cartera para mostrarla, comenzaron a golpearle con las porras, propinándole además varias patadas. Mientras era agredido, una persona de paisano, posiblemente un policía, les decía "A ese darle más" a ese darle más, momento en que uno de los agentes le golpeó en la cara con la culata del fusil que llevaba produciéndole una rotura de los huesos de la nariz y heridas en la boca. Finalizada la agresión, los agentes se alejaron del lugar y Álvaro pudo regresar al instituto para pedir ayuda, que le fue prestada por otros estudiantes que le acompañaron a la Casa de Socorro donde recibió una primera cura. Posteriormente tuvo que acudir a un hospital para finalizar le tratamiento. Formulada denuncia en el juzgado de Guardia, la misma fue archivada sin practicar diligencia alguna por el juzgado de Instrucción nº 27 de Madrid, al entender que no se había identificado a los agresores. PN-45/96 El 13 de diciembre de 1996, tras la manifestación celebrada en el centro de Madrid por la Coordinadora de Grupos Antifascistas, catorce personas (ÓSCAR RODRÍGUEZ SERRANO, TRINIDAD OCAÑA SILVA, CARLOS PORTAL ROLDÁN, RAMÓN DÍEZ TORRES, LUIS FELIPE VALVERDE GUZMÁN, SERGIO UNSAIN EGEA, IGNACIO YBARRA ESPAÑOL, ÓSCAR FONTICOBA PALEO, GABRIEL Mª VILLANUEVA DOMÍNGUEZ, GUILLERMO BENITEZ CRUZ, GUILLERMO GOIZUETA TORRES, JAVIER ORTIZ SÁNCHEZ, DIANA MAQUEDA FUENTES y LUIS RAMÓN SARRASI VERA) fueron detenidas y puestas a disposición judicial. En sus declaraciones denunciaron la presencia de agentes provocadores y haber sido golpeados tanto en el momento de la detención como posteriormente en las dependencias policiales. Un año después, el Juzgado de Instrucción nº 35 de Madrid declaraba inculpados como presuntos autores de las lesiones sufridas por estas personas a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía con carnets profesionales números 26.115, 26.819, 56.005, 56.218, 57.577, 60.136, 62.386, 72.201, 73.139, 74.181, 74.262, 74.331, 74.365, 75.749, 78.040 y a los agentes de Policía Municipal de Madrid números 1032.7, 2940-3, 4726.0, 4999.2, 5077.5, 5214.0, 5297.0, 5406.9, 5708.3, 5832.4, 6138.4 y 6544.4. Entre los detenidos y golpeados se encontraba Ramón Díez, cámara de una emisora local de televisión. En su denuncia hacía constar que, una vez finalizada la manifestación "cuando un grupo de jóvenes exaltados comenzó a destrozar mobiliario y a tirar piedras, entonces llegó la Policía y aunque les mostré claramente la acreditación e indiqué que estaba trabajando me detuvieron" Luego me explicaron que había grabado a unos policías de paisano que llevaban piedras" Me estuvieron insultando y pegando en la furgoneta" Los otros detenidos me dijeron que a ellos también les había pegado, a dos incluso en la comisaría". Por esta agresión en concreto ha sido inculpados los agentes del C. N. de Policía números 73.139, 74.331 y 74.365. La Asociación Contra la Tortura se personó en la causa en el ejercicio de la Acción Popular PN-46/96 El 14 de diciembre de 1996, la policía impidió por la fuerza la celebración de una manifestación convocada por la Coordinadora de Casa Okupadas de Euskal Herria contra la criminalización, en el nuevo Código Penal, del movimiento de okupaciones. Tras los enfrentamientos que siguieron a la actuación policial, fueron detenidas seis personas quienes denunciaron haber sido objeto de agresiones y malos tratos por parte de los agentes: durante la detención fueron reiteradamente golpeados y, después, conducidos a un pasaje cerrado donde los agentes les obligaron a tumbarse esposados y, nuevamente, fueron golpeados AINHOA BRAVO, una de las detenidas, tuvo que ser trasladados en dos ocasiones al Hospital, donde se le detectó una fisura en un brazo como consecuencia de los golpes recibidos. PN-47/96 El 17 de diciembre de 1996, un numerosos grupo de agentes de la Policía Nacional efectuó una redada masiva en el valenciano barrio de Russafa en el transcurso de la cual fueron detenidas 76 personas (la mayoría de origen magrebí fue detenida cuando salían de oral en la mezquita y entre ellas el imán de la mezquita de Valencia ABDELKRIM B.). El Centro de Información de Trabajadores Emigrantes (CITE) de Valencia formuló una denuncia por malos tratos contra los agentes que participaron en la redada. Finalmente, año y medio después, el Juzgado de Instrucción nº 2 de Valencia ordenó el archivo de la causa. PN-48/96 El 24 de diciembre de 1996, GORKA GÓMEZ, cuando paseaba por las inmediaciones de la iglesia de San Lorenzo, en Pamplona, fue abordado por varios agentes de policía que se abalanzaron contra él por detrás, comenzando inmediatamente a golpearle con sus porras, lanza-pelotas, manos y pies, golpes que continuaron una vez que cayó al suelo. Tras la agresión los agentes le detuvieron y trasladaron a la Comisaría de Pamplona, desde donde tuvo que se trasladado al hospital de Navarra para ser curado de las lesiones que presentaba, sangraba abundantemente por la nariz, y le fue diagnosticado un politraumatismo. Tras la denuncia formulada, tres agentes del cuerpo Nacional de Policía fueron Juzgados, y finalmente absueltos, por el juzgado número 2 de Pamplona. En esta ocasión el Fiscal solicitaba la pena de un mes multa para dos de los agentes y la absolución del tercero. La acusación particular solicitaba, por su parte, penas de seis fines de semana para cada uno de los agentes denunciados. PN-49/96 El 26 de diciembre de 1996, JAIME QUESADA se disponía a subir al domicilio de su novia, en la ciudad de Ourense, cuando el ascensor se paró entre dos pisos. La joven, que padece claustrofobia, se puso muy nerviosa por lo que salió corriendo cuando dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía lograron forzar la puerta del ascensor. Los policías solicitaron la documentación a Jaime Quesada quien les pidió permiso para acudir en ayuda de su novia y tranquilizarla. En lugar de esto, los agentes "le inmovilizaron y le dieron un porrazo", posteriormente le dieron varios golpes más hasta que un vecino les gritó que vivía en el edificio. Tras ello, los agentes detuvieron y esposaron a Jaime Quesada conduciéndole a la Comisaría. Los agentes manifestaron que "intervinieron porque había gente en el ascensor y creían que podían estar pinchándose" y que la detención y posterior traslado de Jaime Quesada a Comisaría lo fue porque este no estaba identificado. El Juzgado de Instrucción nº 4 de Ourense investiga lo ocurrido. Mientras las denuncias por la violencia policial se paralizaban, cuando no archivaban, en los Juzgados de la capital catalana, la titular del Juzgado Penal nº 4 de Barcelona, BEATRIZ GRANDE, condenaba, e menos de seis meses, a varios de los jóvenes detenidos a penas que oscilaban entre uno y cuatro años de prisión.