Denuncias por Tortura contra agentes del Cuerpo Nacional de Policía PN-1/97 En Pamplona y durante las primeras semanas del año 1997, agentes del Cuerpo Nacional de Policía proceden a detener a decenas de jóvenes bajo la acusación de pertenecer a los denominados “Grupos Y” y haber realizados sabotajes . Muchos de los detenidos denunciaron haber sido objeto de torturas y malos tratos durante sus estancia en las dependencias policiales: El 7 de enero de 1997 fueron detenidos KOLDO BARBERÍA y DAVID ARBAZUZA. Puestos a disposición del Juzgado Central nº 4, ambos manifestaron haber sido torturados en las dependencias policiales mediante la aplicación de una bolsa en la cabeza, que les impedía respirar, golpes y amenazas. PN-2/97 El 12 de enero de 1997, JOSÉ ÁNGEL SÁNCHEZ DÍAZ protagonizó una discusión con otras personas en las calles de Salamanca. Al lugar del incidente se acercó un coche patrulla, cuya dotación procedió a separar a los que discutían. Al manifestar José Ángel Sánchez que los policías no tenían que intervenir y pedir que se marchasen del lugar, el agente ÁNGEL CARLOS GONZÁLEZ LISNIER, con número profesional 56.032, golpeó en el rostro a José Ángel Sánchez rompiéndole los dos incisivos superiores y causándole lesiones que tardaron en curar 14 días. Finalmente, José Ángel Sánchez fue detenido y puesto a disposición judicial bajo la acusación de resistencia a la autoridad. La Audiencia Provincial de Salamanca, por sentencia de 10 de junio de 1997, condenó al agente Ángel Carlos González a la pena de 30 días de multa como autor de una falta de lesiones. La sentencia estimó que el agente no intentó golpear en la cara a José Ángel Sánchez, sino en el brazo, pero el golpe recayó en su rostro por la movilidad de este. La misma sentencia condenó a José Ángel Sánchez a seis meses de prisión como autor de una falta de resistencia. PN-3/97 El 13 de enero de 2997, en Pamplona y por agentes de la Policía Nacional, son detenidos JON ATXA IMAZ, JAVIER SUESKUN, ambos de 16 años, JAVIER LATASA bajo la acusación de formar parte de los denominados “Grupos Y”, los tres denunciaron haber sido objeto de golpes en la cabeza y amenazas durante los interrogatorios. El 16 de enero, también en Pamplona, fue detenido AITOR DIEZ ALDAMA, quien tras ser puesto a disposición de la Audiencia Nacional denunció haber sido objeto de tortura: se le impidió dormir durante su estancia en Comisaría, le fue practicada la “bolsa” y recibió diversos golpes. PN-4/97 El 20 de enero de 1997, SERGIO GOÑI PÉREZ, ERNESTO SANGALO ELIZALDE y XABIER PORTILLO RUIZ fueron detenidos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía en Pamplona. Durante su estancia en las dependencias policiales fueron obligados a permanecer con la cabeza agachada recibiendo golpes en la misma. Igualmente, a Sergio Goñi se le obligó a desnudarse y a hacer flexiones tras lo cual, un agente, le propinó una patada en el estómago. Durante su detención fue, igualmente, objeto de insultos, vejaciones y amenazas con tirarle por una ventana o volver a golpearle. Cuando quedó en libertad, formuló la correspondiente denuncia. PN-5/97 El 29 de enero de 1997, NARCISO ESCARIO ECHEVARRIA, de 62 años de edad, MANUEL RODRÍGUEZ PUIME, de 60 años, y JESÚS GARCÍA QUINTANA, también de 60 años de edad, fueron golpeados por agentes de Policía Nacional cuando participaban en una concentración de transportistas, que se estaba llevando a cabo pacíficamente en Pontevedra, durante la huelga del transportistas que tenía lugar en aquellas fechas en todo el Estado. La concentración, que apenas duró 15 minutos, fue interrumpida por una decena de agentes antidisturbios que, inmediatamente y sin aviso, cargaron contra los concentrados causando lesiones a Narciso Escario, que tuvo que ser trasladado al Hospital de Montecelo. Tras esta primera intervención, los transportistas abandonaron la concentración trasladándose a otro lugar, donde fueron interceptados por una nueva carga policial que causó lesiones en cabeza, brazos y piernas a varios de los huelguistas, entre ellos a Manuel Rodríguez y Jesús García, que también hubieron de ser hospitalizados, si bien recibieron el alta médica poco después. PN-6/97 El 3 de febrero de 1997, G.L.A. y U.G.O., vecinos de Rentería (Guipúzcoa) se dirigían por carretera desde Hernani a San Sebastián cuando se encontraron con un control de la Policía Nacional. Tras parar el coche y abrir el maletero del mismo son cacheados e interrogados sobre sus simpatías políticas. Durante este cacheo e interrogatorio, fueron golpeados y vejados por los agentes. A.U. fue golpeado en la nuca por un agente, y sufrió un tirón de orejas tras preguntarle si llevaba algún colgante. U-G., por su parte, fue golpeado por la espalda, en los riñones, después de que los agentes encontraran en el maletero dos palos de madera utilizados para tocar la txalaparta. PN-7/97 En la noche de 10 de febrero de 1997, agentes de las Unidades Antidisturbios de la Policía Nacional, con la cara tapada con pasamontañas, tras la celebración de una manifestación en el casco antiguo de Pamplona, cargaron indiscriminadamente contra las personas que se encontraban en el mismo. Como consecuencia de la actuación policial resultaron con diversas lesiones numerosas personas, entre ellas: ENEKO NAPAL VILLANUEVA, se encontraba en el bar Aintzina, donde entraron varios agentes policiales que desalojaron el establecimiento violentamente. Al protestar el responsable del establecimiento por lo que estaba pasando, un agente manifestó que “hacían lo que les daba la gana”. Cuando Eneko recogía su cazadora fue empujado por los agentes que, tras tirarlo al suelo, le propinaron golpes con las porras, patadas y puñetazos. Cuando por fin pudo levantarse, se refugió en el bar “La Viña” cercano al primero, que también fue desalojado por los agentes policiales. En esta ocasión Eneko Napal y otras personas fueron colocadas de cara a una pared. Un agente pidió la documentación a Eneko que la entregó. Al poco tiempo otro agente se acercó y volvió a pedirle la documentación, al manifestar Eneko que ya la había entregado, el agente le propinó varios golpes con la porra hasta que el primer policía se acercó, aclarando que ya tenía la documentación. Como consecuencia de las agresiones, Eneko necesitó ser asistido en el Hospital Virgen del Camino EDUARDO JOSÉ LORENZO, ANA MARÍA DIAZ BUENO (esta de 67 años de edad), recibieron el impacto de una pelota de goma en la cabeza a corta distancia por lo que tuvieron que ser asistidos en el mismo hospital. CARMEN ANGULO DIAZ, fue golpeada por un agente de policía, que le propinó varios golpes con la porra, cuando se encontraba atendiendo a una mujer que acababa de recibir un golpe en un ojo. PN-8/97 El 11 de febrero de 1997, agentes del C.N. de Policía detuvieron a RUBÉN SEMBEROIZ UDI en la localidad navarra de Villava. Trasladado a la Jefatura Superior de Policía de Pamplona fue objeto de un interrogatorio sin presencia de abogado, durante el que los agentes le colocaron un pasamontañas y una bolsa de plástico en la cabeza, que le impedía respirar y producía una sensación de asfixia. Igualmente sufrió numerosos golpes en la cabeza y amenazas. Posteriormente, sin pasar a disposición judicial, fue puesto en libertad por la propia policía. PN-9/97 El 14 de febrero de 1997 y en Pamplona, JOXE LACALLE, fue lesionado al alcanzarle una pelota de goma disparada por agentes de Policía, cuando cubría la información sobre una manifestación celebrada en la ciudad navarra. La agresión se produjo poco después de concluir una manifestación en apoyo a la insumisión en la que no se registraron incidentes, cuando Lacalle se encontraba hablando con otros dos fotógrafos. En ese momento hizo aparición un grupo de policías, uno de los cuales apuntó hacia los reporteros y disparó una pelota de goma que alcanzó a Lacalle en el antebrazo. PN-10/97 El 17 de febrero de 1997, lunes, tuvo lugar en Pamplona una nueva concentración bajo el lema “Euskal Herria Askatu”. Agentes de las Unidades antidisturbios de la Policía Nacional disolvieron violentamente a los concentrados y golpearon indiscriminadamente a varias personas que se encontraban en las inmediaciones. MARIA JOSEFA URRIOZOLA (de 58 años de edad), se encontraba en las cercanías de la concentración, alejándose del lugar al comenzar la carga policial y perdiendo el bolso que portaba. Cuando las personas que habían tomado parte en la concentración se habían disuelto intentó acercarse a recoger su bolso, entonces recibió numerosos golpes de porra por parte de un importante grupo de policías en piernas, nalgas y espalda. MARIA JESÚS PÉREZ GÓMEZ, había participado en la concentración y recibió varios porrazos cuando intentó ayudar a María Josefa Urriozola, cuando estaba siendo golpeada. PN-11/97 En la madrugada del 8 de marzo de 1997, IGNACIO JOSÉ RUIZ ARELLANO, se encontraba en una calle del casco antiguo de Pamplona, cuando repentinamente, sin que en la zona se hubiere producido incidente alguno, un agente de Policía uniformado se acercó corriendo hacia donde se encontraba y, sin mediar palabra, le propinó varios golpes con la porra en manos, espalda, cuellos y brazos. A consecuencia de la agresión, Ignacio José Ruiz sufrió una hemorragia en el brazo izquierdo, en el que meses antes había sufrido una intervención quirúrgica por un tumor, igualmente sufrió mareos, necesitando asistencia en un hospital de la capital navarra. PN-12/97 El 10 de marzo de 1997, ciento cincuenta y ocho personas fueron detenidas en Madrid, y puestas a disposición judicial, tras el desalojo del centro Social Okupado de “La Guindalera”. Los detenidos denunciaron haber sido objeto de agresiones y malos tratos en el momento de la detención y durante su estancia en Comisaría: Las personas que se encontraban en el interior del edificio, o en su azotea, fueron obligadas entre amenazas e insultos a bajar a la calle a través de un “pasillo” policial en el que recibieron golpes de porras, patadas, etc. por parte de los agentes policiales. En algunos casos, los golpes se repitieron en la Comisaría. También fueron detenidas muchas personas que habían acudido a la concentración prevista en solidaridad con las personas que fueron desalojadas. Estas personas fueron golpeadas en el momento de la detención y, en algunos casos, en el interior de las furgonetas policiales en las que fueron introducidos. Finalmente, fueron detenidas y golpeadas muchas personas que no tenían relación alguna con el desalojo que se estaba practicando, salvo su condición de jóvenes y la indumentaria que llevaban. Una vez en comisaría, los detenidos no fueron informados de sus derechos, ni del motivo de la detención, hasta varias horas después. En la comisaría se les mantuvo hacinados, siendo objeto de constantes amenazas, insultos y vejaciones (las detenidas fueron cacheadas en presencia de agentes masculinos). Se les negó el acceso a los servicios y a medidas mínimas de higiene (las detenidas que estaban con la regla no pudieron acceder a las compresas ni al servicio para lavarse); en algunos casos, les fue denegada la asistencia médica que solicitaron, bien por haber resultado lesionados como consecuencia de la actuación policial, o bien por enfermedad anterior. Etc. Los detenidos que denunciaron en el juzgado las agresiones y los malos tratos sufridos, y fueron reconocidos por el médico forense, que comprobó las lesiones que padecían, son: ALEJANDRA RICO JIMÉNEZ, ÁNGELA CAÑIL GONZÁLEZ, MAYRA CASTRO RAMOS, VIOLETA MARTÍN FERNÁNDEZ, DAVID CUBERA RUIZ, DAMIÁN, SILVIA ORGAZ AMOR, ALTEA SACRISTAN LILLO, JOSÉ MANUEL SIERRA SÁNCHEZ, ANDRÉS GONZÁLEZ LÓPEZ, ITZIAR LLANET LLERENA, ITZIAR MACUA PÉREZ, ALBA MARTÍN CAÑA, ALICIA PACHECO CUEVAS, JOSÉ CARLOS CALZADA GÓMEZ, JOSÉ MANUEL GONZÁLEZ GARCÍA, CLARA INÉS AREVALO MERCHÁN, IGNACIO AGUIRRE PUMADA, MIGUEL ÁNGEL JIMÉNEZ BIELVA, PABLO MORIEL CAMBRÓS, PABLO J. CASCO MARTÍN, ALBERTO CASAL GRAU, FRANCISCO JAVIER UCEDA GARCILLÁN, DAVID BERMEJO MARBIÓN, SERGIO MONEO GIRALT, EDUARDO ALONSO CHACÓN, MARÍA DEL MAR CASTRO JARRILLO, JOHAN JAKOB NOLLER, IVÁN GARCÍA SUÁREZ, ALBERTO DELGADO PRIETO, RONALD CHARLES SETHFILLD, PEDRO GÓMEZ CORNEJO OLIVARES, CAMILO MAURE, ESTEBÁN TENORIO JIMÉNEZ, RAÚL GONZÁLEZ FERSNILLO, JAVIER JESÚS JIMÉNEZ y DANIEL RECIO GONZÁLEZ. También denunciaron agresiones, pero no fueron reconocidos por el forense: MARÍA JESÚS PÉREZ GONZÁLEZ, PEDRO MAYOR VÁZQUEZ, FERNANDO LLORENTE ARREBOLA, ÓSCAR GÓMEZ SORIANO, ROBERTO IGÁN MEIRA, ANDRÉS BERNAL MARTÍN, ENRIQUE TENORIO JIMÉNEZ, SERGIO GARRIDO MORO, ALFREDO ÁLVARES FERNÁNDEZ, ROEL BLAKER, DANIEL MATEOS RODRÍGUEZ, JAVIER COLLADO REIGADA, RAÑUL TORRIJOS CABAÑAS, ALBERTO VILLALBA VICENTE, GONZALO WILHEIN CASANOVA, SILVIA HIDALGO GUTIÉRREZ, IGNACIO VALERO O´DONELL, FRANCISCO JAVIER DE LA MORENA, PEDRO JOSÉ VÁZQUEZ MONTALVO, RAMÓN DÍEZ TORRES, ÓSCAR OQUINA BARRIOS y ALEJANDRO PÉREZ DÍAZ. La Asociación Contra la Tortura formuló una querella contra el Delegado del Gobierno en Madrid, Jefe Superior de Policía, varios mandos policiales y los agentes con carné profesional nº 15.240, 19.342, 19.476, 23.400, 49.025, 50.654, 56.995, 64.343, 73.397, 75.339, 75.344, 75.941, 76.098. Dicha querella esta siendo investigada por el juzgado de Instrucción nº 27 de Madrid, después de que la titular del Juzgado de instrucción nº 17 de Madrid, PALOMA GARCIA DE CECA BENITO, a quien correspondía inicialmente la investigación de los hechos denunciados, rechazase durante un año la apertura de diligencias para investigar lo ocurrido. Finalmente, dos años y medio después, los Tribunales madrileños han comenzado a oír en declaración a los lesionados por la actuación policial. PN-13/97 En la mañana del mismo día, un grupo de jóvenes fue requerido para que se identificase por varios agentes de Policía Nacional, entre los que se encontraban lo agentes números 76.700, 78.075 y 75.717, que formaban parte del operativo policial desplegado en Madrid con motivo del desalojo de “La Guindalera”. Al acercarse al lugar, GERMÁN GARCÍA GUSANO junto a una amiga, fueron requeridos para que, también ellos, se identificasen. Germán solicitó entonces que los agentes acreditaran primeramente su condición de policías. Como respuesta el policía número 76.700, EDUARDO PEÑA ESCOLAR golpeó fuertemente a Germán contra la pared, al tiempo que le propinaba patadas en los tobillos. Igualmente este agente propinó a Germán García un golpe en el cuello. Tras ser cacheado, sin que se le encontrarse nada ilegal y sin que los demás agentes presentes hicieran nada por evitar la agresión o denunciaran posteriormente lo ocurrido, Germán García fue detenido y conducido a la comisaría bajo la acusación de resistencia a agentes de la autoridad. En enero de 1998, el Juzgado de Instrucción nº 16 de Madrid, condenó al agente de policía Eduardo Peña Escolar a la pena de un mes multa a razón de quinientas pesetas/día. La misma sentencia absolvía a los agentes nº 78.075 y 75.717, así como a Germán García, para quien el Fiscal, haciendo suya la versión policial, solicitaba una pena de veinte días multa a razón de 500 pesetas/día. PN-14/97 En la noche del día 10 de marzo, en Madrid, tras el desalojo del Centro Okupado La Guindalera, fueron detenidos EDUARDO MULERO RODENAS y ANGEL ANDRÉS ALMENARIZ, por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía con números profesionales 67.032, 74.120, 66.375 y 73.315. bajo la acusación de resistencia a los agentes de la autoridad. Puestos a disposición judicial, los detenidos denunciaron haber sido objeto de agresiones por parte de dos de los agentes que les detuvieron, reconociendo a los agresores como los agentes 63.375 y 73.315.. El 18 de junio de ese mismo año, el juzgado de Instrucción nº 16 de Madrid, celebró la vista del juicio de faltas contra Eduardo Mulero y Ángel Andrés, así como contra los cuatro agentes policiales. Todos ellos fueron absueltos por el juzgado de las faltas que se les imputaban. PN-15/97 El 11 de marzo de 1997, ÁNGEL JAVIER MOTA FRAGA, paseaba por el casco antiguo de Santiago de Compostela (A Coruña) cuando fue requerido por dos agentes de Policía Nacional, de paisano, para que se identificase. Tras entregarles el DNI, los agentes le pidieron que subiese a un furgón policial, aparcado en las cercanías, donde procedieron a cachearle. Al preguntar Ángel Javier por las razones de dicho registro, uno de los agentes cogió a Ángel J. Mota por el cuello, al tiempo que, con el otro puño, le propinaba varios puñetazos en el pecho lo que le provocó un desvanecimiento. Una vez liberado, Ángel Javier Mota acudió al Hospital Xeral de Galicia, donde fue examinado por el médico de guardia que apreció las contusiones sufridas. PN-16/97 El 11 de marzo fue detenido, en San Sebastián (Guipúzcoa), por agentes de la Policía Nacional FERNANDO ELEJALDE, como presunto autor del asesinato de Francisco Javier Gómez Elosegui, acción reivindicada por ETA. La detención, según las primeras informaciones oficiales y testigos presenciales, se produjo sin violencia. Dos días después, Fernando Elejalde fue ingresado en un Hospital de San Sebastián con diversas lesiones, entre ellas fractura de apófisis transversal izquierda de las cuatro vértebras lumbares, perforación de tímpano derecho, contusiones múltiples, en cara, tronco y extremidades, y contusión renal con sangre en orina. Según la denuncia formulada por Elejalde, en el momento de la detención fue reducido por los agentes, que le atan las manos pero que en ningún momento llegan a golpearle. Al llegar al Gobierno Civil de Vizcaya, los agentes allí presentes le hicieron un “pasillo” por el que le llevaron a rastras mientras le golpeaban por todas las partes. Posteriormente le metieron en una sala donde había seis o siete policías que entraban y salían continuamente, uno de los cuales le metió los dedos en los ojos reiteradamente. A partir de este momento, Elejalde recibió todo tipo de golpes en la espalda y cabeza, le retorcieron los testículos así como un tobillo. Poco después fue trasladado a la Casa de Socorro, donde los agentes justificaron las marcas que presenta Elejalde por la violencia producida durante la detención. El médico no hizo pregunta alguna al detenido. De regreso al Gobierno Civil se repitieron los interrogatorios, los golpes y torturas. Hasta el día 12 no declaró en presencia de una abogada. Al día siguiente Elejalde tiene que tuvo ingresado en la Residencia de Arantzazu, desde donde fue trasladado directamente al juzgado Central nº 1 de la Audiencia Nacional. La Asociación Contra la Tortura se personó en la causa abierta en el ejercicio de la acción popular. El titular del Juzgado de Instrucción nº 1 de San Sebastián, el día anterior a dejar este destino, decretó el archivo de la causa. Esta resolución, tras ser recurrida, tanto por la ACT como por la acusación particular, ha sido revocada por la Audiencia Provincial de San Sebastián que ha ordenado la reapertura de la causa y la práctica de nuevas diligencias de prueba. PN-17/97 El 14 de marzo de 1997, ***************, paseaba con un grupo de amigos por las cercanías del Parque del retiro, en Madrid, cuando observó una concentración sindical que estaba siendo vigilada por varias dotaciones policiales, entre los cuales, ************ reconoció a uno que, el día anterior, 13 de marzo, estuvo en el dispositivo policial desplegado ante los Juzgados de la Plaza de Castilla de Madrid, ante los que se habían congregado los amigos y familiares de las personas desalojadas y detenidas en el Centro Social Okupado “La Guindalera”. Entre los congregados estaba ***** *****, y el agente ahora reconocido fue el que, en un momento dado, sin motivo alguno, se dirigió amenazadoramente a ***** y le dijo “te vas a acordar”. Cuando, el 14 de marzo, ***** se estaba despidiendo de sus amigos, se pararon delante de él tres furgonetas policiales de las que se bajaron sus ocupantes, uno de los cuales gritó “es él”, tras lo cual entre varios agentes le tiraron al suelo y propinaron numerosos golpes y patadas en la cabeza. Después uno de los agentes le agarró del pelo tirando fuertemente, levantándole casi en el aire, arrancándole un mechón de pelo, lo que le causó una herida que comenzó a sangrar. Poco después, se acercó el agente policial que le amenazó en la Plaza de Castilla. Mientras dos policías le cogían por los brazos, el agente reconocido le propinaba bofetadas en la cara, al tiempo que le preguntaba si le reconocía. Otro policía dijo entonces que no le golpease en la cara, para no dejar huellas, por lo que el mismo agente le propinó varios puñetazos en el estómago. La agresión continuó entre insultos y amenazas, y en ella participaron todos los agentes presentes. Finalmente, tras devolverle el DNI, se fueron los policías, quedándose cuatro de ellos para evitar que *********** pudiera tomar dato alguno de las matrículas de los coches policiales. Posteriormente, *********** acudió al madrileño Hospital de la Princesa, donde fue asistido y curado de las lesiones que presentaba, y formuló denuncia que correspondió al Juzgado de Instrucción nº 41 de Madrid, DONDE SE INCOARON Diligencias que, año y medio después fueron sobreseídas al no haberse identificado a los agentes responsables de la agresión. PN-18/97 El 16 de marzo de 1997, tras la celebración en la madrileña Plaza de Tirso de Molina de una manifestación contra la represión policial, finalizada la cual, agentes antidisturbios de la Policía Nacional se desplegaron en los aledaños de la Plaza en busca de las personas que habían participado en la manifestación, efectuando cargas indiscriminadas contra las personas que por allí circulaban. Varios agentes irrumpieron violentamente en el bar “La Grándola”, en el madrileño barrio de Lavapies, disparando en su interior, un local de escasos 20 metros cuadrados, una pelota de goma que alcanzó a TERESA DE MIGUEL LÓPEZ, lesionándola en una muñeca por lo que tuvo que ser asistida en un centro de salud. Los agentes policiales procedieron a desalojar el bar y cachear a todos los presentes, a los que habían colocado en fila en la acera. Tras lo cual detuvieron a dos de ellos. Poco después, y avisado por la propietaria del establecimiento, se personó en el lugar el abogado FRANCISCO GARCIA CEDIEL que, tras identificarse como abogado, solicitó se le informara de las razones por las que se había entrado en el bar de su cliente y pidiendo hablar con ella. El agente que, aparentemente, mandaba la dotación policial, se encaró con el abogado, insultándole y acusándole de “obstaculizar la labor policial”. Los insultos se transformaron en agresión física cuando Francisco García exigió información sobre las dos personas que habían sido detenidas, momento en el que varios agentes le rodearon y le golpearon con las manos en la espalda y con la porra en la pierna. PN-19/97 El mismo día, ANA MARÍA PINO MARTÍN se encontraba en la Plaza de Tirso de Molina de Madrid cuando fue testigo de un incidente entre varias personas y un grupo de policías municipales. Finalizado el mismo y cuando las personas que habían participado en el incidente habían abandonado la plaza, aparecieron en la misma varias furgonetas de la Policía Nacional de la que se bajaron numerosos agentes antidisturbios que comenzaron a golpear, indiscriminadamente, a las personas que allí se encontraban. Ana María Pino se quedó parada, nada tenía que temer pues nada había hecho, cuando dos agentes policiales se le acercaron y, tras acorralarla contra una pared, la golpearon repetidamente con sus porras, en la cabeza y en las piernas. Finalizada esta agresión, Ana María Pino acudió al Hospital Clínico donde fue asistida de las lesiones que sufría. PN-20/97 El 18 de marzo de 1997, fueron detenidos, en las localidades guipuzcoanas de Billabona y Zaldivia, ASIER VILLARROYA, AITOR OIARTZABAL e IBAN AGIRRE. Los tres denunciaron haber sido torturados en las dependencias policiales. Asier Villarroya, denunció haber recibido golpes en la cabeza y oído, así como haber sido desnudado y obligados a realizar, en esta situación, flexiones delante de los agentes, entre los que había dos mujeres, le colocaron en la cabeza una bolsa de plástico, que le impedía respirar. Aitor Oiartzabal, por su parte, denunció haber recibido golpes por todo el cuerpo y haber sufrido un simulacro de ejecución con una pistola descargada. Iban Agirre, después de ser trasladado a la Casa de Socorro, fue golpeado en el interior de la furgoneta policial en la que era conducido de vuelta a la comisaría, donde también recibió golpes contra una especie de taquilla metálica. En los tres casos se denunciaron continuas amenazas de muerte y referencias a que les iba a pasar lo mismo que a Fernando Elejalde (Ver caso anterior). PN-21/97 El 30 de marzo de 1997, JOSÉ VICENTE LLAMERO ANTA, sus hijas MÓNICA e INÉS LLAMERO, y el novio de la primera, ALBERTO FUENMAYOR, fueron golpeados, en Pamplona, por agentes del cuerpo Nacional de Policía tras los incidentes que se produjeron en la capital navarra tras la celebración del “Aberri Eguna” convocada por Herri Batasuna. Los agredidos, que no habían participado en las movilizaciones, se encontraban paseando por la ciudad, como turistas, cuando se encontraron con un numerosos grupo de agentes uniformados. Uno de los agentes se dirigió directamente hacia Inés Llanero y, sin motivo alguno, la empujó y golpeó con la porra. En defensa de su hermana salió Mónica Llanero, que fue golpeada con una porra en el cuello y cuerpo. Los agentes continuaron golpeando al novio de esta, Alberto Fuenmayor y al padre cuando se acercaron a ver lo que ocurría. La agresión finalizó cuan un mando de la policía así lo ordenó, posiblemente al comprobar que los agredidos no habían tomado parte en la manifestación. PN-22/97 Veinticinco personas resultaron heridas, el 2 de abril de 1997, como consecuencia de la actuación de una unidad antidisturbios de la Policía Nacional contra un grupo e personas que se asistían a un pleno del Ayuntamiento de Aranjuez (Madrid). Entre lo heridos se encontraban varios concejales y sindicalistas: JOSÉ ANTONIO MERINO, FERNANDO CUEVA, EUGENIO RINCON, LORENZO GIL, MILAGROS ROMÁN, RAQUEL RAMOS y MONTSERRAT GÓMEZ. Los heridos tuvieron que se asistidos en el hospital Doce de Octubre de Madrid. La intervención policial se produjo durante un pleno en cuyo orden del día se encontraba la privatización del servicio de limpieza y recogida de basuras de Aranjuez. Cuando llegó este punto del orden del día, un centenar de personas irrumpieron en gritos de protesta. El alcalde, José María Cepeda, ordenó la suspensión del acto y solicitó la presencia de la Policía Nacional. Una unidad antidisturbios de este cuerpo irrumpió en el salón del Ayuntamiento disparando dos pelotas de goma y golpeando a los allí presentes, varios de los cuales tuvieron que alcanzar la calle saltando por las ventanas para huir de la violencia policial. Días después, veinte de las personas heridas por la intervención policial fueron denunciadas ante el Juzgado por delitos de atentado, desordenes públicos y lesiones. PN-23/97 En la madrugada del 3 de abril de 1997, en Lugo, varios estudiantes se encontraban en el interior de un bar, que ya tenía las puertas cerradas, cuando se presentaron en el mismo la dotación de un vehículo policial que exigió el cierre del local por incumplimiento del horario establecido. Una vez desalojado el local, los estudiantes abuchearon a los agentes que, al arrancar el vehículo policial casi atropellan a unos jóvenes, por lo que arreciaron los abucheos hacia los policías. En ese momento los agentes se bajaron del vehículo y golpearon con sus porras a varios de los presentes y procedieron a detener a dos de ellos a los que trasladaron a Comisaría. A donde acudieron, para preguntar por sus compañeros, LUCÍA FERREIRA y MARCOS REGUEIRO, a quienes tras serle negada la posibilidad de formular denuncia contra los agentes, fueron a su vez, agredidos y detenidos por desobediencia y resistencia a la autoridad. Tras ser puestos en libertad, horas después, los cuatro detenidos acudieron a un centro médico en el que fueron reconocidos y atendidos de las lesiones que presentaban. PN-24/97 El 12 de abril de 1997, en la Vía Julia de Barcelona, ANDRÉS G. P., fue requerido por varios agentes de policía que sospechaban había participado en un delito. Cuando estaba sacando la documentación, fue golpeado por los agentes y, a continuación, detenido y trasladado a la Comisaría de Nou Barris, donde continuó siendo golpeado hasta que un policía le propinó una patada en los testículos. Tras la agresión, Andrés G., que llegó a escupir sangre por los golpes recibidos, fue trasladado al servicio de urgencias de Hospital Clínico donde quedó ingresado. La agresión está siendo investigada por el Juez de Instrucción nº 2 de Barcelona, en funciones de guardia en aquella fecha, que se traslado hasta el Hospital, para tomar declaración al detenido que denunció la agresión policial sufrida. PN-25/97 El 13 de abril de 1997, varios agentes de Policía, algunos de paisano, penetraron en el bar Jarauta, del casco antiguo de Pamplona, y la emprendieron a golpes con las personas que allí se encontraban con la intención de que salieran a la calle. Entre las personas que se encontraban en el bar, estaba ÁLVARO ZUGARRONDO, quien se negó a salir alegando que solo estaba bebiendo una cerveza, y quien fue golpeado en la cabeza, con la culata del arma que llevaba uno de los policías, cayendo al suelo donde recibió una patada en la boca y donde, también, un agente le disparó a corta distancia la bocacha del fusil descargado, lo que le produjo quemaduras graves en la espalda. Tras esta agresión, Álvaro Zugarrondo fue detenido y trasladado a la comisaría de policía en una furgoneta. Durante el trayecto fue nuevamente golpeado por los agentes policiales. Esa misma noche, Álvaro Zugarrondo tuvo que ser trasladado al hospital de Navarra donde se le apreció rotura de nariz, quemaduras de carácter grave en la espalda, rotura de labio inferior y contusiones por todo el cuerpo. PN-26/97 El 17 de abril de 1997, en Madrid, PATRICIO ENEGA MAN, de nacionalidad guineana, se encontraba en la puerta de su domicilio junto a su novia, cuando se acercaron los miembros de una dotación de la Policía Nacional que le solicitaron la documentación y el contenido de una bolsa que portaba. Tras mostrar su documentación y el contenido de la bolsa, los agentes ordenaron a Patricio Enega que se situase de cara a la pared para ser cacheado. Cuando Patricio se disponía a realizar los que le pedían, un agente le propinó una bofetada para que se quitase las gafas. Al protestar Patricio Enega por el trato recibido, los agentes comenzaron a golpearle por todo el cuerpo, deteniéndole e introduciéndole en el vehículo policial, donde le continuaron golpeando, le trasladaron a la Comisaría de la calle de la Luna, donde fue denunciado por desobediencia y resistencia a los agentes de la autoridad. Patricio Enega tuvo que ser asistido en la casa de Socorro del distrito. PN-27/97 El 25 de abril de 1997, NAIA ZURIARRAIN fue detenida en Bilbao por agentes de la Policía y bajo la acusación de colaboración con banda armada. Durante su estancia en Comisaría fue objeto de golpes con las palmas de las manos y los nudillos, sobre todo en la parte posterior de la cabeza, amenazas, y humillaciones y vejaciones de carácter sexual. Este trato continuó hasta que una comisión judicial, compuesta por un juez, un secretario y un médico forense, a pesar de que había sido denegada la solicitud de Habeas Corpus formulada por su familia, se personó en comisaría y pudo ver los golpes y hematomas que presentaba en la cabeza. Inmediatamente Naia Zuriarrain fue trasladada a la audiencia Nacional donde formuló una denuncia por las torturas sufridas. El Juez encargado de la investigación de estos hechos ha llamado a cincuenta agentes de la comisaría de Bilbao a participar en ruedas de reconocimiento ante la negativa de las autoridades del Ministerio de Interior de identificar a los agentes responsables. Esta decisión fue reiteradamente recurrido por el Fiscal y siempre ratificada por la Audiencia bilbaína. PN-28/97 El 3 de mayo de 1997, JOSÉ HERRERA quedó en libertad de la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) después de permanecer catorce años en prisión por pertenencia a banda armada. Cuando se disponía a salir de la ciudad manchega, el vehículo en que regresaba a su domicilio en Eibar fue interceptado por un control policial. Obligado a bajarse del coche y tras ser cacheado, un agente le propinó un golpe con una linterna a la altura del hígado que le dejó sin respiración, posteriormente le propinó dos nuevos golpes. Finalmente, tras hora y media, fuer dejado marchar sin nuevos incidentes. PN-29/97 El 13 de mayo de 1997, varios agentes de policía detuvieron en su domicilio de Pamplona a GORKA GÓMEZ URTASUN, trasladándolo encapuchado a un descampado cercano donde le propinaron numerosos golpes por todo el cuerpo, mientras le amenazaban, humillaban e insultaban. Mientras estaban en el descampado, uno de los agentes le colocó una pistola en la cabeza y le amenazó con matarle y enterrarle en cal viva como a Lasa y Zabala, ya que nadie sabía que había sido detenido. En otro momento, los policías le bajaron los pantalones y amenazaron con provocarle descargas eléctricas en los testículos y violarle. Trasladado a la Comisaría de la capital navarra, permaneció tres días incomunicado, siendo nuevamente torturado mientras era interrogado sobre las personas que formaban parte de los “Grupos Y” . Allí continuaron los golpes, sufrió la aplicación de la “bolsa”, no se le permitió conciliar el sueño ni se le suministró comida. Finalmente fue puesto a disposición de la Audiencia Nacional donde denunció las torturas sufridas. PN-30/97 El 14 de mayo de 1997, LAMINE MBATHIE, ciudadano senegalés, fue golpeado por los agentes de Policía que procedían a expulsarlo del Estado español, para lo cual fue sedado con haloperidol e inmovilizado con una camisa de fuerza, según denunciaron la Asociación Pro derechos Humanos, SOS Racismo y Médicos del Mundo. Lamine Mbathie formaba parte de un grupo de doce ciudadanos senegaleses expulsados entre abril y mayo del año 1997. La mayoría de ellos se encontraban en Ceuta cuando fueron engañados, con promesas de legalizar su situación, y llevados a Comisaría. Allí fueron esposados y trasladados al centro de Internamiento de Los Capuchinos, en la capital malagueña y, durante 14 horas, ninguno de ellos fue autorizado a realizar sus necesidades ni recibió comida. Días después fueron trasladados en avión hasta el aeropuerto madrileño de Barajas y, desde aquí, a Senegal (Una de los expulsados murió días después en una cárcel de Senegal a consecuencia del palizas y malos tratos recibidos allí). PN-31/97 El 16 de mayo de 1997, en Las Palmas de Gran Canaria, agentes de Policía se presentaron en el domicilio de CARMEN CASTILLO para proceder a la detención del hijo de esta, a quien acusaban de haber arrojado a los agentes una “llave de perro” que golpeó a uno de ellos en una pierna. Carmen Castillo preguntó a los agentes qué era lo que querían y, al no recibir una respuesta satisfactoria, cerró la puerta del domicilio. Los agentes rompieron la puerta de una patada y entraron en la vivienda golpeando a Carmen Castillo con las porras y causándola lesiones en la cabeza y espalda. A los gritos de esta acudieron el hijo y un cuñado de Carmen Castillo que también fueron golpeados y, finalmente, detenidos por atentado y resistencia a los agentes de la autoridad. PN-32/97 El 19 de mayo de 1997, dos agentes de la Policía Nacional, destinados en los calabozos de la Audiencia Nacional, golpearon y amenazaron a SEBASTIÁN PRIETO JURADO que iba a ser Juzgado por pertenencia a banda armada. La agresión se produjo durante un receso en la vista del juicio oral, cuando un agente que vigilaba los calabozos del Tribunal, entró en la celda de Sebastián Prieto y la emprendió a golpes, sobre todo puñetazos en la espalda, contra Sebastián Prieto. Poco después, otro agente amenazó a Prieto con repetir la agresión. Al reanudarse la vista, el preso denunció lo ocurrido. PN-33/97 El 22 de mayo de 1997, frente a la cárcel de Huesca se produjo una concentración a favor de la insumisión y en solidaridad con los insumisos en situación de prisión. La policía cargó contra los concentrados produciendo lesiones y deteniendo a varios de ellos como autores de un delito de resistencia: BERTA MOYA, CARLOS ESTRADA, LORENA CAMPO y GUILLERMO ARIAS, quienes, denunciaron a los agentes por las lesiones sufridas. Carlos Estrada manifestó que fue agredido sin motivo por un agente cuyo número no pudo ver y que le fue negado por el jefe policial mando del dispositivo. Berta Moya denunció, por su parte, que fue golpeada al pedir explicaciones al policía sobre la orden de levantarse que le había dado. Lorena Campo y Guillermo Arias fueron golpeados cuando acudieron a ayudar a Berta. Durante el juicio de faltas celebrado cuatro meses después, el fiscal, que siempre solicitó la absolución de los agentes denunciados, mantuvo la acusación únicamente contra Guillermo Arias, mientras que el abogado del Estado solicitó la condena de los cuatro detenidos. La sentencia, dictada por el juzgado de Instrucción nº 1 de Huesca, condenó a los cuatro jóvenes y absolvió a los policías denunciados. PN-34/97 En San Sebastián de los Reyes (Madrid), el 2 de junio de 1997, agentes antidisturbios de la Policía Nacional cargaron contra un grupo de trabajadores, miembros de un piquete informativo durante la huelga de transporte urbano que, en aquellas fechas tenía lugar en la provincia de Madrid. Como consecuencia de la intervención policial, varios sindicalistas sufrieron heridas diversas, entre ellos MAGDALENA MACÍAS, que fue golpeada en las piernas después de que cayese al suelo tras la carga policial. Cinco meses después de los hechos, la abogacía del Estado formuló una denuncia contra Magdalena Macías, de 50 años de edad, acusándola de haber causados heridas a cuatro agentes policiales. PN-35/97 El 2 de junio de 1997, agentes de policía de paisano detuvieron a KOLDO GOIENA AGIRRE, cuando se dirigió a la Comisaría de Policía de Pamplona, donde tenía que presentarse en cumplimiento de la obligación impuesta en un proceso judicial en marcha. Una vez detenido fue interrogado, sin asistencia letrada, sobre sabotajes producidos en la capital navarra. Durante los interrogatorios fue golpeado varias veces en la cara y con la mano abierta. De la misma forma, en la comisaría permaneció dos días durante los que se le impidió dormir, apagando y encendiendo continuamente la luz, provocando ruidos y profiriendo amenazas; se le negó la medicación que estaba tomando hasta pocos momentos antes de ser puesto a disposición judicial, siendo puesto en libertad y formulando la oportuna denuncia PN-36/97 El mismo día, 2 de junio de 1997, alrededor de doscientos vecinos de la localidad pontevedresa de Vilaboa se concentraron ante el local al que habían acudido Manuel Fraga, Presidente de la Xunta Galega y otros responsables políticos, en protesta por la decisión del gobierno de instalar una empacadora de basuras. Los agentes antidisturbios de la Policía Nacional allí presentes cargaron contra los concentrados golpeando a varios de los presentes. PILAR LAMEIRO, fue una de las más perjudicadas al recibir un fuerte golpe en un ojo que obligó a trasladarla al Hospital de Montecelo. PN-37/97 El 4 de junio de 1997, LUIS GIL MATEOS, fue detenido y golpeado por agentes de la Policía Nacional cuando circulaba en un ciclomotor por el madrileño barrio de Villaverde. Luis Gil viajaba de “paquete” en el ciclomotor de un amigo cuando fueron obligados a parar e identificarse por la dotación de vehículo policial. Luis Gil entregó su documentación pero su amigo no la llevaba encima por lo que fue obligado, a empujones, a entrar en el vehículo para ser trasladado a Comisaría. Al protestar por el trato que estaba sufriendo su amigo, Luis Gil fue golpeado por uno de los policías (primero un golpe en la cara y luego numerosos puñetazos y patadas) tras lo cual, fue esposado y trasladado a la Comisaría del distrito de Usera. Las esposas, fuertemente apretadas, le causaron un corte en la muñeca derecha que le afectó a los tendones de la mano. Puesto a disposición judicial, bajo la acusación de atentado y resistencia a los agentes de la autoridad, Luis Gil denunció la agresión padecida y fue reconocido por el médico forense que constató las lesiones sufridas. Cuando fue puesto en libertad, tuvo que acudir al hospital 12 de octubre donde recibió tratamiento. PN-38/97 En la madrugada del 5 de junio de 1997 y en diversas localidades guipuzcoanas, agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron, además de a otras personas, a IKER IBARRA GARMENDIA, IKER TOLOSA ARZAK, IÑAKI NOGUEIRA RUFO y FERNANDO GONZÁLEZ ABAL bajo la acusación de pertenencia a los Grupos Y de apoyo. Los cuatro denunciaron haber sido objeto de torturas durante el tiempo en que estuvieron en poder de los agentes policiales: Iker Ibarra, Iker Tolosa y Fernando González fueron golpeados en los coches en los que eran trasladados a la comisaría, mientras eran interrogados. (Iker Tolosa también fue amenazado con ser llevado a un descampado donde “iba a decir todo lo que sabía”). En comisaría, los golpes continuaron mientras eran interrogados, sin presencia de abogado, sobre su participación en diversos actos de sabotaje. Iñaki Nogueria, que padecía asma, lo que fue confirmado por un médico en la propia comisaría, fue objeto de insultos y continuas amenazas de ser golpeado. PN-39/97 El 5 de junio de 1997, MOISÉS SOSA RODRÍGUEZ, de 16 años de edad, fue agredido por el agente de Policía Nacional RICARDO D. A. en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda. Meses después, durante la vista del juicio de faltas celebrada, el fiscal solicitó se le impusiesen dos penas de multa por importe total de 50.000.- pesetas por las faltas de lesiones y coacciones. Esta asociación desconoce el contenido de la sentencia. La agresión se produjo después de que el agente, que estaba acompañado por el también policía RAFAEL T. M., abordase a Moisés, de quien sospechaba fuese el autor de diversos robos. Ricardo D. introdujo al joven en un garaje para identificarle y donde le golpeó. Poco después se presentaron en el lugar la hermana y una tía de Moisés quienes, después de presentar la denuncia en el juzgado, trasladaron a Moisés Sosa al servicio de urgencias donde se le apreciaron hematomas en el brazo. Por su parte, el policía Ricardo D. presentó una denuncia contra Moisés Sosa, contra una hermana y una tía de este, por resistencia y agresión. PN-40/97 El 8 de junio de 1997, LUIS RUBIO MAZÓN, agente del Cuerpo Nacional de Policía se encontraba en la comisaría de la calle Aiguablava de Barcelona, encargándose de la custodia de los detenidos. Entre estos se encontraba PILAR G. F. quien solicitó acudir al servicio. Al regresar a la celda Luis Rubio se aprovechó de su condición de agente para manosear el pecho a la detenida. Una hora más tarde, la detenida, que no pudo resistir y ya se había orinado en el suelo, solicitó ir de nuevo al servicio. El mismo agente le entregó una fregona y la trasladó a otra celda, en la que le pidió que le hiciese una felación a lo que ella se negó por lo que Luis rubio la puso sobre una plataforma y la penetró vaginálmente. Otro agente que presenció los hechos, y que posteriormente los denunció, pidió a la detenida que limpiara del suelo lo que parecían restos del semen. Dos años después, la Sección Décima de la Audiencia Provincial de Barcelona condenó al agente a la pena de nueve años de prisión y mismo tiempo de inhabilitación como autor de un delito de agresión sexual, y a dieciocho meses de multa como autor de un delito de abuso sexual El agente condenado presentó recurso de casación ante el Tribunal Supremo. PN-41/97 El 10 de junio de 1997, agentes de las unidades antidisturbios de la Policía Nacional disolvieron violentamente a los vecinos del barrio madrileño de Villaverde que se manifestaban contra el tráfico de drogas en el barrio de Torregrosa. Tras la actuación policial, quince personas tuvieron que recibir asistencia médica en diversos centros hospitalarios, entre ellos GREGORIO SÁNCHEZ SUÁREZ, de 65 años de edad, sufrió una rotura de cadera. Otro manifestante, MIGUEL RUIZ DIAZ MORENO fue golpeado por los agentes y detenido bajo la acusación de atentado a la autoridad. Puesto en libertad horas después, acudió al Hospital donde se le apreciaron “impactos múltiples por agresión”, una brecha en la cabeza y numerosos hematomas en la espalda. Tras la manifestación, agentes policiales cercaron el barrio de Torregrosa para impedir el acceso al mismo de posibles compradores de droga. Como consecuencia de este “cerco policial”, en la madrugada del 13 de junio, se produjeron enfrentamientos entre un grupo de personas que acudían a comprar droga y la policía. Esta misma madrugada, dos personas RAMÓN GÓMEZ y CARMEN H. M. murieron tras ser atropellados por sendos vehículos cuando intentaban cruzar, por lugares no iluminados, la carretera de Vallecas a Villaverde para introducirse en el poblado de Torregrosa. Tras estas dos muertes, el 14 de junio, la policía levantó el cerco del barrio. El Defensor del pueblo abrió una investigación sobre el “cerco” para analizar la operación policial, según la nota oficial difundida por la Institución, no se contó con la “suficiente cobertura de asistencia sanitaria para atender a los drogadictos, que se encontraron en una situación grave de síndrome de abstinencia”. PN-42/97 En la noche del 11 al 12 de junio de 1997, dos agentes de la Policía Municipal de Santiago de Compostela trasladaron a la Comisaría del cuerpo Nacional de Policía, a SONIA RODRÍGUEZ LAYA y CARLOS RODRÍGUEZ CANEDA para ser identificados. Allí, sin embargo, fueron informados de que se encontraban detenidos. El Inspector de guardia intentó obligar a Sonia Rodríguez a firmar un documento sin permitirle leerlo, al negarse a ello y exigir su derecho a leer el documento, este inspector agarró por los pelos a la detenida y le golpeó la cabeza contra el mostrador repetidamente, en presencia de los dos agentes de policía municipal antes referidos que nada hicieron por evitar la agresión y que, al contrario, y por indicación del inspector, arrastraron a Sonia por el suelo hasta los calabozos mientras el inspector la propinaba diversas patadas en el cuerpo. A petición de Carlos Rodríguez, Sonia fue trasladada al Servicio de Urgencias del Hospital General de Santiago de Compostela donde fue asistida. Al día siguiente fueron puestos a disposición judicial bajo la acusación de resistencia a los agentes de la autoridad, decretándose su libertad. PN-43/97 El 12 de junio de 1997, agentes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía cargaron contra los trabajadores de Astilleros de Santander cuando estos realizaban una protesta por su situación laboral. Durante la carga policial, al menos 16 trabajadores, resultaron con heridas de diversa consideración teniendo que ser atendidos en el hospital de Valdecilla. Los heridos de mayor importancia fueron FRANCISCO GONZÁLEZ CAMPOS, que resultó con fractura en una pierna y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, BALDOMERO PILA, ALFONSO SAIZ, LINO BARREIRO, JOSÉ GARCÍA y VALERIANO SOLIS. Muchos de los heridos fueron detenidos en el Hospital de Valdecilla, al que se trasladaron agentes policiales que les iban deteniendo según iban siendo dados de alta. Un año después de los hechos, la Audiencia santanderina ha acordado la reapertura de la causa y la investigación de la actuación policial. PN-44/97 A mediados del mes de junio de 1997, VICENTE QUERO, de 16 años de edad, se encontraba circulando con un vespino de su propiedad en las cercanías del madrileño barrio del Pozo del Tío Raimundo cuando dos personas, de paisano y que iban en una Vespa, se le acercaron y le pidieron que se parase. Tras obedecer una de estas personas le mostró una placa de policía al tiempo que el otro le propinaba un puñetazo en el ojo izquierdo y le tiraba de la moto. Cuando intentó levantarse, fue agarrado por ambos individuos que le golpearon y amenazaron para que reconociese que había robado y desguazado varias motos. Poco después se acercó un vehículo de la Policía Nacional, que tras preguntar por lo que ocurría se alejó de nuevo sin intervenir después de que dichos individuos mostrasen la placa a la dotación de radio- patrulla. PN-45/97 El 19 de junio de 1997, JOSE LUIS ROCA, reportero gráfico del periódico EUROPA SUR que cubría una información en la sede de los Juzgados de Algeciras fue agredido por un agente del Cuerpo Nacional de Policía que efectuaba labores de escolta del jefe de la Brigada de Estupefacientes de la Comisaría de la ciudad gaditana. El día indicado, el jefe de la Brigada de Estupefacientes de la Comisaría de Algeciras prestaba declaración en el juzgado tras la desaparición de una cantidad de droga en las dependencias policiales. Desde el primer momento, el agente policial se encaró con varios periodistas produciéndose una discusión que finalizó con la expulsión de estos de la sede judicial. Cuando los inculpados en la causa abandonaban el Juzgado, acompañados de sus abogados y de la escolta, el agresor se quedó rezagado del grupo y golpeó a José Luis Roca, al que rompió la cámara fotográfica. PN-46/97 El 21 de junio de 1997 SANTIAGO y DAVID VALVERDE LOURIDO, circulaban en un vehículo por la localidad madrileña de Parla cuando se produjo un incidente de tráfico con otro vehículo, cuyo conductor era JESÚS LÓPEZ ÁLVAREZ, agente del Cuerpo Nacional de Policía con número profesional 62.455, destinado en la comisaría madrileña de Entrevías. Tras el incidente, este agente, que iba de paisano, agredió a los dos hermanos con una cadena causándoles serias lesiones de las que tuvieron que ser asistidos posteriormente en centros hospitalarios. Cuando Jesús López estaba golpeando a los dos hermanos, apareció un vehículo de la policía Municipal, cuya dotación estaba compuesta por los agentes nº 285014 y 2850526, a quienes Jesús López, tras identificarse como agente de Policía, ordenó que detuvieran a los dos jóvenes agredidos bajo la acusación de atentado a agente de la autoridad. Esta detención fue practicada por los agentes locales quienes trasladaron a los dos jóvenes a la comisaría de Parla en calidad de detenidos. Una vez en comisaría, Santiago y David intentaron reiteradamente denunciar la agresión de la que habían sido objeto, denuncia que fue rechazada por el subinspector de la comisaría JOSÉ LUIS DÍAZ HERNANDO, quien sí tramitó, sin embargo la denuncia del policía Jesús López. Tras ser puestos a disposición judicial, el juzgado de Instrucción nº 3 de Parla ordenó la inmediata libertad de ambos jóvenes, el archivo de la denuncia contra ellos y ordenó la apertura de diligencias contra los agentes Jesús López y José Luis Díaz. PN-47/97 El 25 de junio de 1997 y en Alicante, agentes antidisturbios de la Policía Nacional cargaron contra un grupo de personas que celebraban las fiestas de San Juan, patrono de la ciudad. Al menos quince personas sufrieron heridas de diversa consideración como consecuencia de la intervención policial. Entre los heridos se encontraban PABLO NAVARRO ANDRÉS, PABLO CÓRDOBA y ROSA ARECHAVALA. Sobre las 7 de la mañana, cuando un grupo de unas trescientas personas continuaba disfrutando de la fiesta, se personaron en el lugar dos grupos de policías antidisturbios que, tras bajarse de las furgonetas policiales porra en mano y de forma amenazante, conminaron a los presentes para que abandonasen el lugar. Ninguna de las personas presentes opuso resistencia, siendo rodeados por los agentes. Pablo Navarro se acercó a un agente para protestar por el trato que estaban recibiendo, respondiendo el agente propinándole un golpe con la porra en el brazo. Al insistir Pablo Navarro en que esas no eran formas de tratarles, se acercaron varios agentes que golpearon a Navarro por todo el cuerpo, produciéndole una brecha en la cabeza que necesitó varios puntos. Situaciones similares vivieron los demás agredidos. PN-48/97 El 21 de septiembre de 1997, el ciudadano de origen marroquí MDAFAI BOUAZZA, se encontraba junto a unos amigos en un local de la madrileña zona de Azca cuando se produjo una discusión en el establecimiento. Poco después se presentó en el lugar un grupo de agentes policiales de paisano, uno de los cuales le propinó un golpe en la cabeza con la culata de la pistola que llevaba por lo que cayó al suelo, donde recibió numerosos golpes y patadas por parte de los agentes. Dos de los acompañantes de Bouazza, de origen magrebí, también sufrieron golpes por parte de los policías. Finalmente, los policías detuvieron a los tres bajo la acusación de resistencia y atentado a agentes de la autoridad. Por su parte Mdafai Bouazza formuló denuncia por la agresión sufrida y contra los agentes policiales que participaron en su detención (números profesionales 24.974, 56.679, 57.499 y 75.820, este de nombre PEDRO MOREJÓN BARÓN). PN-49/97 El 22 de septiembre de 1997, CONCEPCIÓN GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, presa en la prisión de Soto del Real fue trasladada a la Audiencia Nacional donde iba a ser Juzgada por pertenencia a banda armada. Ya en la prisión fue objeto de golpes y malos tratos por parte de agentes de la guardia Civil encargados de su custodia y traslado a la Audiencia Nacional, cuando intentaron, por la fuerza, desnudarla para realizar un cacheo integral, al que se negó, alegando los dispuesto por el juzgado de vigilancia penitenciaria y que ya había sido cacheada por medios electrónicos. Al ingresar en los calabozos del Tribunal, los funcionarios encargados de los mismos, volvieron a intentar violentamente, desnudar íntegramente a Concepción González, quien nuevamente se negó a ello, causándola lesiones en brazos, hombros y muñecas, además de una oreja rasgada. Durante el juicio celebrado, Concepción González denunció las agresiones sufridas, ordenando el tribunal que fuese reconocida por el médico forense que apreció las lesiones que padecía y las hizo constar en su informe. PN-50/97 El 23 de septiembre de 1997, el apátrida GEORGE HADI fue agredido por agentes policiales cuando paseaba las cercanías del madrileño parque del Retiro, y fue requerido por un grupo de policías nacionales para que se identificase. Mientras los agentes comprobaban su identidad le ordenaron que se sentara en el suelo, tras lo cual le propinaron diversos golpes con las porras en la cabeza, mientras uno de ellos le daba varias patadas en las costillas. Mientras duró la agresión, Hadi fue insultado por los agentes a quien llamaban, entre otros insultos, “negro de mierda”. La agresión continuó mientras un agente le esposaba y detenía para ser trasladado a la Comisaría del Distrito de Retiro. Como consecuencia de la agresión, Hadi sufrió rotura en un diente y otras diversas lesiones. PN-51/97 El 26 de septiembre de 1997, SANTIAGO RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ y MIGUEL ÁNGEL NAVARRO MEJÍAS , fueron agredidos por un grupo compuesto por ocho agentes de Policía Nacional (números 34.814, 38.847, 24.565, 51.348, 22.606, 40.593, 15.410 y 58.050) y seis agentes de policía municipal (números 52, 87, 90, 103, 108 Y 112) de Leganés (Madrid). La agresión se produjo cuando los dos jóvenes se encontraban junto a una parada de autobús esperando a un amigo. En las inmediaciones se encontraba un numerosos grupo de policías (nacionales y locales) pues al parecer se había producido un robo con el que los dos jóvenes no tenían relación alguna. Dos agentes se acercaron a identificar a Santiago y Miguel Ángel. Mientras Santiago se disponía a entregar a los agentes su documentación, uno de los policías le propinó un golpe que le hizo caer al suelo. A continuación un numeroso grupo de policías, entre los que estaban los reseñados, se acercaron y golpearon a los jóvenes, a los que llegaron a pisar el cuello cuando estaban en el suelo. Posteriormente fueron detenidos e introducidos en el vehículo policial. Mientras esta agresión se estaba produciendo, se congregaron en el lugar un grupo de ciudadanos que protestó por la actuación policial. Los agentes golpearon en ese momento a otro joven, IVÁN ROBLEDO. Trasladados a la Comisaría de Leganés, Santiago y Miguel Ángel fueron nuevamente golpeados con las porras en la espalda cuando eran introducidos en un nuevo vehículo policial que los trasladaba a las dependencias policiales de Moratalaz (Madrid) para ser fichados. Finalmente fueron puestos a disposición judicial bajo la acusación de haber roto una marquesina de la parada de autobús. Tras quedar en libertad, ambos jóvenes acudieron al Hospital Severo Ochoa de Leganés, donde recibieron asistencia médica. La Asociación Contra la Tortura formuló denuncia contra los agentes policiales, pero el juzgado de Instrucción nº 4 de Leganés, encargado la investigación fijó una fianza de millón y medio de pesetas como requisito previo para el ejercicio de la acción popular. Dicha resolución ha sido recurrida. PN-52/97 El 29 de septiembre de 1997, JESÚS MARÍA GÓMEZ DE LA MERCED, salía de su trabajo en Pamplona, cuando se encontró con un numeroso grupo de agentes antidisturbios de la Policía Nacional que corrían detrás de un grupo de personas, por lo que se quedó parado al lado de su coche. Uno de los agentes se le acercó y, rozándole con su porra, le ordenó que “circulara”. Al preguntar Jesús María Gómez por qué tenía que hacerlo, explicando que su coche estaba aparcado allí mismo, recibió como única respuesta del policía un golpe con la porra. Después llegaron más agentes que, tras golpearle indiscriminadamente en cabeza y cuerpo, le esposaron y detuvieron bajo la acusación de atentado y resistencia a los agentes de la autoridad. La denuncia de Jesús María Gómez fue archivada por el Juzgado de Instrucción nº 3 de Pamplona, habiéndose apelado esta resolución. PN-53/97 A primeros de octubre de 1997, FERNANDO ELISEO V. M. fue detenido por agentes de Policía en la localidad asturiana de Pola de Siero y trasladado a la Comisaría. Cuando acudió a la misma la letrada designada para su asistencia, está se encontró con que el detenido había sido interrogado sin la obligada presencia de letrado, por lo que hizo constar esta irregularidad, siendo en ese momento amenazada e insultada por los policías. Una vez que la abogada abandonó las dependencias policiales, los agentes amenazaron al detenido con ser ingresado en la cárcel si no cambiaba de abogado. Estas circunstancias fueron puestas en conocimiento del juzgado de guardia y del Colegio de Abogados de Asturias. Días después, los mismos agentes volvieron a amenazar a Fernando E. V. quien fue conducido, de nuevo y contra su voluntad, a la comisaría donde se le exigió, bajo nuevas amenazas de graves consecuencias si no lo hacía, que cambiase de abogado y que declarase en el Juzgado que en su declaración policial no se habían producido irregularidades. Esta nueva detención y amenazas han sido denunciados por el Colegio de Abogados asturiano que se ha personado en la causa judicial abierta. PN-54/97 El 17 de Octubre de 1997, en la ciudad de Cornellá (Barcelona) se celebró una manifestación contra la precariedad en el trabajo y las empresas de trabajo temporal (ETT), tras la manifestación fueron detenidas cuatro personas. Entre ellas JORGE BOLANCEL, de 18 años de edad y que quedó inmediatamente en libertad. Al día siguiente, se volvió a repetir la manifestación, con nuevas detenciones por parte de la policía. Entre los detenidos nuevamente figuraba Jorge Bolancel y que, durante su estancia en comisaría, fue amenazado y coaccionado por los agentes que le interrogaban para que delatara a otras personas que habían participado en la manifestación y en los disturbios posteriores. Una vez puesto en libertad, Jorge Bolancel se hundió en una profunda depresión que le llevó, cuatro días después, a suicidarse arrojándose a las vías del tren. PN-55/97 El 25 de octubre de 1997, en Madrid se celebró la Primera Copa de Marihuana de Madrid, organizada por la Asociación Madrileña de Estudios sobre el Cannabis. Finalizada esta y en las cercanías del lugar donde había tenido lugar la muestra, el presidente de la asociación, JAVIER MESTRE, fue requerido por dos agentes de policía para que se identificase. Tras mostrar su documentación, uno de los agentes comenzó a insultar y tratar despectivamente a Mestre quien solicitó, entonces, el número de placa del agente. La respuesta de este fue la de golpearle con la placa en la boca y le detuvo sin explicarle los motivos para ello, hasta que llegó a la comisaría donde se enteró de que había sido detenido por desacato y resistencia a la autoridad. Horas después, tras prestar declaración, Mestre era puesto en libertad. PN-56/97 El 22 de noviembre de 1997, JOSÉ MARÍA CARRASCO, se encontraba en una discoteca madrileña, situada en los bajos de Azca, cuando dos policías de paisano (PEDRO MOREJÓN BARÓN, agente nº 75.820, y JESÚS EMILIO MOURELLE CASTRO, número 75.834) le obligaron a acompañarles al exterior. Una vez en la calle, los dos agentes golpearon repetidamente a José María Carrasco, causándole lesiones de importancia, y tras esposarle, le detuvieron bajo la acusación de atentado y resistencia siendo puesto a disposición judicial. Durante su estancia en la comisaría de Tetuán, a la que fue trasladado y en la que ya denunció el trato recibido, una agente le comentó que había tenido suerte, pues otro grupo de agentes de la misma comisaría y con destino en la misma zona (bajos de Azca) le hubiesen matado. El titular del juzgado de Instrucción nº 3 de Madrid, de guardia el día en que fue trasladado a los juzgados de Plaza de Castilla, a la vista del estado que presentaba el detenido, la denuncia que este efectuó y el informe del médico forense, ordenó la inmediata apertura de diligencias contra los agentes que realizaron la detención. PN-57/97 En la noche del 22 de noviembre de 1997, ISMAIL OBAYA, ciudadano marroquí, se encontraba internado en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Moratalaz (Madrid), a la espera de ser expulsado del Estado español, cuando fue agredido por agentes del Cuerpo nacional de Policía que custodiaban a los internados Esa noche, Ismail Obaya intentaba hablar por teléfono pero las voces y gritos de los agentes, que estaban viendo un partido de fútbol y consumiendo cervezas y otras bebidas alcohólicas, le impedían comunicarse con su interlocutor, por lo que les pidió que hablasen más bajo. Los agentes reaccionaron golpeando a Ismail Obaya y a otra persona internada que les recriminó su actitud frente al primero. Como consecuencia de la agresión, Obaya sufrió diversas lesiones y contusiones. Esta agresión fue denunciada y puestos en conocimiento del Juzgado de Guardia. Asimismo, los policías reconocieron que se había producido un “incidente” pero los agresores habían sido los internos, a los que denunciaron por atentado. Ismail Obaya fue expulsado días después PN-58/97 El 6 de diciembre de 1997, FERNANDO ANTONIO NEGROTTI FERNÁNDEZ, de 17 años de edad, fue detenido y golpeado por agentes de policía (con números profesionales 67.106 y 76.523) cuando estaba mirando a otros jóvenes que realizaban unos graffittis en una pared de la madrileña calle de Segovia. Cuando Fernando Antonio, estaba junto a su hermano Jorge Emilio de la misma edad, viendo como se hacía la pintada, se paró en las inmediaciones un vehículo sin indicativo alguno, del que se bajaron dos personas de paisano sin identificarse como policías y empuñando, uno de ellos, una pistola en la mano, corriendo, se dirigieron hacia donde estaban los hermanos. Por temor Jorge Emilio logró huir, no así Antonio F. que fue agarrado violentamente por el brazo por quien, luego, resultó ser un agente de policía nacional. El policía que le había agarrado por el brazo, retorció este hasta que Antonio cayó al suelo, en ese momento, el otro agente que regresaba sin haber podido dar alcance al hermano, pisó la cabeza de Antonio. Al congregarse en lugar un grupo de personas que recriminaron su actitud, los policías, que sólo en ese momento mostraron sus placas identificativas, dicen a Antonio que tras ser identificado puede marcharse a su casa. Antonio manifiesta entonces que le duele mucho la cabeza por el golpe recibido y que quiere recibir atención médica. Acto seguido, los policías introducen de nuevo en el coche a Antonio y, tras trasladarlo a la Casa de Socorro, donde es atendido, le llevan a la Comisaría de la calle Fomento donde queda detenido. Horas después fue puesto en libertad sin que en ningún momento fuera informado, ni él ni sus padres que acudieron a la comisaría, del delito por el que había sido detenido. Durante el año de 1997, fueron 1008 los jóvenes detenidos en Pamplona y País vasco, bajo esta acusación: El primer trimestre fue durante el cual se produjeron un mayor número de detenciones: 123 personas fueron detenidas en enero, 182 en febrero y 255 en marzo. Muchos de los cuales denunciaron haber sufrido torturas. Ver casos siguientes. La manifestación se celebró en protesta por la muerte de JOSÉ MARÍA ARAZAMENDI en la cárcel de Alcalá-meco el 8 de febrero. Esta muerte fue calificada por el juzgado correspondiente como suicidio. El 25 de mayo de 1997, Juan María Atutxa, Consejero de Interior del Gobierno Vasco, en declaraciones al diario “El Mundo” manifestó :”A primeros de año.. di instrucciones al Gabinete de Prensa para que a todos los detenidos relacionados con los disturbios callejeros se les denominara Grupos Y. Me es igual, a partir de ese momento a todos los venimos llamando Grupos Y” Ver caso PM-21/97