La Asociación de Solidaridad Internacionalista con Cuba nace como una expresión de fraternidad ideal con todos los pueblos oprimidos.

Ella se propone la tarea de contribuir a la promoción del concepto de SOLIDARIDAD INTERNACIONALISTA, o sea:

• solidaridad entendida como un acto político en defensa y sostén del derecho de cada pueblo a liberarse de la explotación, y a la propia autodeterminación;
• solidaridad determinada por el sentirse objetiva y voluntariamente ligados a los demás por comunión de ideas, propósitos y responsabilidades, asumiendo la causa como propia.

La Asociación encuentra ejemplo y hace referimiento a los ideales y a la profunda coherencia de Ernesto Che Guevara y de la Revolución Cubana.

Tal solidaridad debe ser practicada en dos frentes, uno de carácter político y otro de carácter material, de los cuales el segundo no puede ser sino que complemento del primero.

• la solidaridad política tiene la función de defender y sostener las luchas de estos pueblos contra el imperialismo y el liberismo, a partir de la propuesta de una correcta información, contra la ignorancia sistemáticamente difundida por los poderosos medios de comunicación, que son instrumentos de manipulación de la realidad y arma de propaganda al servicio del gran capital mundial;
• la solidaridad material tiene la función de encontrar rápidas respuestas a las carencias del desarrollo y a las necesidades elementares de los pueblos, negados en escala mundial por un sistema de producción estructuralmente basado en un intercambio desigual y que excluye a tres cuartos de la población del planeta al acceso a los recursos y a los medios de producción.

El fin último de tal forma de solidaridad es contribuir al desplazamiento de esas relaciones de fuerza que están al origen del subdesarrollo.

La solidaridad así entendida es patrimonio inalienable de los pueblos: ser solidarios significa reapropiarse de un instrumento de participación y de lucha común.

Tal es el correcto significado y la correcta práctica de la SOLIDARIDAD, mientras hoy asistimos a un uso y abuso del término, que destruye el verdadero contenido: es concebida sólo en su aspecto económico ignorando u olvidando su significado más importante y revolucionario que es aquél de la corresponsabilización.

Como único objetivo de la solidaridad se presenta el suplir carencias cotidianas (como las alimentarias o las sanitarias), y en ese sentido es indiferente solidarizar con Haití, Somalia, Bosnia o quizás Cuba.

Con estos nuevos conceptos la "solidaridad" es practicada no por quien se identifica con los objetivos del destinatario sino por quien posee los recursos para hacerlo.

En consecuencia, a mayor capacidad económica correspondería una mayor "solidaridad".

Por otro lado, organismos internacionales e instituciones financieras esconden con frecuencia, detrás de las "ayudas humanitarias", turbias prácticas mercantiles y la verdadera intención bien conocida en el cuadro del nuevo orden mundial, de ejercitar presiones políticas en modo extorsivo.

En este contexto la Asociación de Solidaridad Internacionalista con Cuba se propone el objetivo de sostener idealmente y concretamente la Revolución Cubana.

• Porque es ejemplo de victoria en la independencia del neocolonialismo y de compromiso internacionalista junto a las luchas de liberación de los pueblos oprimidos en todo el mundo.
• Porque es ejemplo luminoso para los pueblos que aspiran a rescatarse del dominio imperialista.
• Porque es ejemplo concreto de la real posibilidad de construir una sociedad solidaria, fundada en los principios de igualdad; una sociedad soberana fundada en el derecho a la autodeterminación; una sociedad profundamente democrática basada en la participación y en la corresponsabilización de todos.
• Porque es laboratorio de investigación activa y constante en la búsqueda de las vías de perfeccionamiento del ejercicio popular del poder.

Propio porque Cuba es todo esto, desde hace 37 años los varios gobiernos de los EEUU actúan despiadadas agresiones, por un lado sometiéndola a un total bloqueo económico, comercial y financiero, decretado por leyes, entre las cuales la denominada Helms-Burton no es sino la última, y que violan el Derecho Internacional; por otro lado, patrocinando de manera más o menos velada atentados, sabotajes, incursiones aéreas con pretendidos fines humanitarios.

En el escenario mundial caracterizado por el agravamiento de las contradicciones económicas intercapitalistas y del aumento de la tensión social, retenemos que la resistencia de CUBA de frente al nuevo orden mundial represente un gran y extraordinario modelo de dignidad y de empeño político y humano.

Recordando a todos aquéllos que han trabajado y aún trabajan por la concreta consolidación y desarrollo de la solidaridad internacionalista, y juntos a la Revolución Cubana, nace nuestra Asociación que se propone como instrumento organizativo en escala nacional.

Retenemos que, en coherencia con nuestra razón de ser, nuestro método de trabajo no pueda ser sino que colectivo, fundado en el aporte militante y participativo de todos los miembros y que la garantía de éxito de nuestra práctica política sea la libre circulación de las ideas y de los contributos, en una dialéctica interna constante y profundamente democrática.

La Asociación de Solidaridad Internacionalista con Cuba nace estructurada en Círculos distribuídos sobre todo el territorio nacional y es abierta al diálogo y a la colaboración con todos: individuos , comitados o asociaciones con finalidad e iedalidad afines a las nuestras.

La Asociación de Solidaridad Internacionalista con Cuba adhiere al COORDINAMIENTO DE SOPORTE DE LA REVOLUCION CUBANA, ya oficialmente reconocido por las Instituciones Cubanas, con las cuales desde 1993 promueve significativos proyectos de solidaridad material y política.

La Secretaría, el Directivo, los Círculos de la Asociación de Solidaridad Internacionalista con Cuba.